Romería de San Isidro en Badajoz: "Ya no es como antes, pero nosotros seguimos viniendo cada año"

«Vengo desde pequeña y entonces a las niñas nos vestían con petos azules y camisas blancas y traíamos cestos con pétalos de flores y espigas de trigo». Es uno de los muchos recuerdos que Consuelo Cotrina tiene de la romería de San Isidro. «Ha cambiado mucho, ya no tiene nada ver», lamentaba este domingo en el atrio de la ermita de Tres Arroyos, minutos antes de que comenzara la misa en honor al patrón de los campos, a la que han asistido poco más de un centenar de personas.

«Seguimos viniendo todos los años a dar una vuelta, pero ya no es como antiguamente, cuando pasábamos aquí el día entero y comíamos debajo de una encina», añade María González. Los recuerdos de tiempos pasados se repiten en las conversaciones de los romeros, que echan de menos la época de esplendor de la fiesta en honor al santo, que pocos se querían perder.

La familia Preciados es una de las que mantiene la tradición de celebrar el día de San Isidro en Tres Arroyos. «Ya no es lo mismo, pero nosotros seguimos viniendo cada año», cuentan. Son más de una veintena, entre nietos, padres, tíos, hijos, hermanos, abuelos y bisabuelos. Estos últimos han sido los encargados de madrugar para reservar el mismo sitio en el que se instalan cada año. Han llegado antes de las 9 de la mañana, pero unos romeros se les habían adelantado, por lo que han tenido que situarse en otra encina cercana para desplegar toda la intendencia. La barbacoa estaba a punto, las tortillas de patata y demás viandas preparadas y solo estaban esperando a que terminase la procesión del santo por la dehesa para dar buena cuenta de ellas.

El hermano mayor de la hermandad de San Isidro, Rafael Crespo, no cree que el descenso de público ponga en peligro esta romería, «viene menos gente, pero como a todas las romerías, no solo a esta», justifica. Lo que le preocupa es el relevo generacional en la hermandad, que es la que organiza los actos. Ahora son medio centenar de hermanos y con las cuotas les llega «justo para pagar la luz y las flores», por eso anima a los pacenses a unirse a ellos, sobre todo, a los jóvenes. 

Diez nuevos hermanos

Este domingo se ha impuesto la medalla a diez nuevos hermanos, un número que no se alcanzaba en un solo acto "desde hacía años». Dos de ellos han sido los concejales José Luis González y Ana María Casañanas, que junto a otros miembros del equipo de gobierno han asistido a la misa y participado en la procesión.

Este año, por primera vez, la Virgen de la Soledad ha presidido junto a San Isidro la eucaristía. Un hermano donó una pequeña imagen de la patrona de Badajoz, que fue bendecida ayer por la tarde durante la eucaristía en recuerdo a los hermanos fallecidos.

Como es costumbre, en la misa ha cantado la Asociación de Coros y Danzas de Badajoz, que también ha precedido al santo con sus cantes y bailes durante la procesión por el entorno de la ermita. El sacerdote Antonio León, que ha oficiado la misa, ha pedido a San Isidro que interceda por el mundo rural y por los agricultores, «que como hemos visto estos meses atrás tantos problemas y dificultades tienen», ha dicho.