Un zoo robótico en el Museo del Colegio de Veterinarios de Badajoz

El museo del Colegio de Veterinarios de Badajoz (MUVET) se convirtió este martes en epicentro de innovación y aprendizaje gracias al proyecto ‘Robotizarte’, organizado por el colegio público Lope de Vega, con el objetivo de aunar tecnología y creatividad.

Desde ejemplares de ácaros o anusakis robotizados hasta el mecanismo de extracción de triquinosis o una simulación de ecografía a una cerda. Los alumnos de seis centros de la ciudad han recreado en la muestra tecnológica 12 trabajos de distintas piezas que se exponen en el edificio.

El coordinador del proyecto y profesor en el colegio Lope de Vega, Daniel Pérez Leitón, explicó este martes que la elección del espacio ha sido el MUVET, ya que «es el gran desconocido de la ciudad, y la temática atrae muchísimo a los alumnos». 

En total, ‘Robotizarte’ muestra los trabajos de 220 estudiantes y 16 profesores de los centro: Arias Montano, Lope de Vega, Santa Marina, y por primera vez, el centro de educación especial Los Ángeles y el IES San Fernando.

Repartidos en tres plantas, cada proyecto fue explicado por un alumno que detalló su funcionamiento del mismo. Yeray Mangas, del Centro de Educación Especial Los Ángeles, explicó los trabajos que han desarrollado desde su centro: ‘El gusano anisaki’ y el ‘Perro fibula’. El primero consiste en una maqueta que simula como se mueve el gusano dentro del estómago del pescado. Hecho de plastilina y corcho, el pez iba acompañado de cubitos de hielo de plástico reutilizable, que simulan la temperatura a la que debe estar el alimento para matar al parásito (-20º). 

Pérez Leitón explicó que el propósito «más interesante» de ‘Robotizarte’ en el MUVET ha sido hacer llegar la profesión del veterinario a los niños, «especialmente el de la salud pública, del que los alumnos desconocían su existencia».

Durante la jornada, estudiantes como Anabel Oliva del colegio Lope de Vega, demostraron cómo la robótica puede integrarse en el campo veterinario mediante proyectos como: ‘La ordeñadora mecánica’ y ‘El autoclave’. Un par de semanas les ha hecho falta para tenerlo todo a punto. «La experiencia ha estado muy guay. Hemos mezclado robótica y arte», expresó Anabel. 

La iniciativa, que reunió a estudiantes de diversas edades y capacidades, demostró que la tecnología puede ser una herramienta inclusiva y poderosa para todos.