Para acabar con los malos olores

La obra de la estación de bombeo del Rivillas en Badajoz acumula un año de retraso

El ayuntamiento está pendiente del permiso de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, también para poder limpiar los arroyos

Imagen de archivo de la estación de bombeo de San Roque.

Imagen de archivo de la estación de bombeo de San Roque. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

La obra de la estación de bombeo del Rivillas, con la que el Ayuntamiento de Badajoz pretende acabar con los problemas de malos olores en el arroyo, acumula un año de retraso a la espera de los permisos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG). El alcalde, Ignacio Gragera, ha asegurado este lunes que los trabajos podrían comenzar en las próximas semanas.

El ayuntamiento adjudicó en mayo de 2023 por 1.030. 678 euros la reforma de la estación de bombeo a la empresa Obras Públicas y Regadíos. La obra, que se había licitado en el mes de febrero por 1.440.263 euros, lleva pendiente desde hace años, en los que los vecinos del entorno no han dejado de reclamar soluciones.

Gragera explicó que el ayuntamiento está pendiente del visto bueno definitivo de la CHG al proyecto, por ser una obra que se realiza en dominio público hidráulico. «Hemos tenido muchas conversaciones estos meses que nos han retrasado, la última reunión fue la semana pasada y, en principio, si todo va bien, en las próximas semanas estará todo listo», porque está todo hablado entre los técnicos del ayuntamiento y de la propia confederación.

«Todas las dudas y toda la documentación que se había solicitado por parte de la CHG están aclaradas y entregadas y esperamos el visto bueno para arrancar cuanto antes, porque llevamos muchos meses con la obra adjudicada y, obviamente, el ayuntamiento quiere iniciarla cuanto antes, para intentar mitigar esos olores que por desgracia sufrimos en Badajoz y especialmente los vecinos de San Roque». Gragera mostró su confianza en que «en estos próximos días, si todo va bien y no hay ninguna sorpresa de última hora, podamos recibir el visto bueno de Confederación».

La solución

Aunque inicialmente la actuación la iba a realizar la sociedad estatal Aguas de la Cuenca de España (Acuaes), la elevada inversión que requería, 3 millones de euros, hizo al ayuntamiento buscar otra alternativa menos gravosa. Esta estación de bombeo recoge los vertidos procedentes del colector de San Roque y de Ronda Norte, que a su vez transporta de la estación de Cerro Gordo. Los vertidos al arroyo son habituales por el atasco de las bombas -excesivamente grandes- a causa de las fibras.

La solución que se va a adoptar pasa por colocar bombas de tamaño adecuado al agua que entra, habilitar una caseta cerrada y realizar el tratamiento previo para que el agua llegue más limpia. Desde la estación de bombeo se hará una doble conexión hasta la arqueta donde empieza el colector de 2.200 milímetros. Por un lado, se bombeará el agua cuando haya mucho caudal, que será cuando llueva bastante. Al mismo tiempo, habrá otra conexión por gravedad, porque está más baja y hay cota suficiente, de manera que cuando no haya caudal, se ahorrará el bombeo. Ahora se bombea todos los días. Cuando las lluvias sean abundantes, existen aliviaderos antes de llegar a la estación.

La nueva estación tardará en funcionar porque el plazo de ejecución es de 8 meses. Gragera apuntó que deben aprovechar el verano, cuando los arroyos tienen menos caudal, para poder trabajar con mayores garantías y de manera más rápida.

Esta obra no es la única actuación pendiente del permiso de la Confederación. Según ha manifestado el alcalde, el ayuntamiento solicitó a primeros de mayo el permiso para la limpieza de los arroyos Rivillas y Calamón, pero aún sigue a la espera. En el momento en que obtenga el visto bueno de la CHG, se iniciarán también estos trabajos «porque es verdad que ahora empieza el calor, por lo tanto, los olores y nosotros estamos en disposición de hacerlos ya».