Carnaval de Badajoz 2024

Semifinal de risas, aplausos y un elevado nivel

Water Closet, Al Maridi y Marwan opositan a todo en una gran noche de murgas

Los Mirinda levantaron al teatro y tienen fe en repetir final

Excelente semifinal de Mini-folk y Dakipakasa, muy fiel a su estilo

Luis Rollano

Luis Rollano

Mucho nivel en una final que unos días antes de Carnaval se disfrazó de primera semifinal. Cada murga, fiel a su estilo, lo dio todo sobre las tablas. El humor genuino de los Water Closet espera opositar para un título que se disputará con unos Al Maridi que, tras ver sus prestaciones, puede lograr su sexto entorchado. No pierdan de vista a Marwan y Mirinda que están para la final -y puede que para algo más.

Dignísima actuación de unos Mini-folk que no parecen conformarse con simplemente participar y se dedicaron a disfrutar. Dakipasa, por su parte, sacó artillería de voces y amor a Badajoz tras cinco años de ausencia en esta ronda.

Carcajadas y aplausos en la comida de empresa de los Water

Los Water Closet, durante su actuación en semifinales

Los Water Closet, durante su actuación en semifinales / Andrés Rodríguez

La primera semifinal arrancó a lo grande con uno de los siempre favoritos: a los Water Closet le sobran los billetes y esto ya se pudo ver desde antes de su actuación con ejemplares de 200 euros con la cara del alcalde Gragera repartido en las butacas.

En los pasodobles repartieron a derecha e izquierda: la xenofobia y el odio y las contradicciones de los que se sienten patriotas arrancó el aplauso en el primero y una izquierda aburguesada, hipócrita y acomodada hizo lo propio en el segundo.

Justo antes de los cuplés hubo tiempo para dejar un gracioso recadito a Amancio Ortega. Pocos segundos antes de mandar a todo el mundo 'a la puta calle' en carnavales se acordaron del cartel de la fiesta realizado con la IA y narraron una cómica historia del jefe infiltrado.

Aunque el popurrí ya había sido escuchado en preliminares, provocó las mismas carcajadas y arrancó los tarareos del respetable en una clara muestra de que ya han visto repetimente el pase de esta agrupación.

El testamento volvió a ser recitado en la despedida y dejó la piel de gallina a más de uno. Huelga decir que este año aspiran a todo porque saben conectar como nadie con el patio de butacas.

El circo de Marwan revienta el aplausómetro

Marwan Chilliqui, durante su actuación en semifinales

Marwan Chilliqui, durante su actuación en semifinales / Andrés Rodríguez

No es fácil actuar después de una exhibición de humor, pero en Marwan sobra talento e incluso se atreven cada vez con más pasos firmes con su faceta cómica como se puede escuchar en los pasacalles que daban paso a los pasodobles. En el primero reventaron el aplausómetro golpeando duro a los insultos y humillaciones dedicados en catalán hacia Extremadura. En el segundo, logró ponerlos en pie con una letra afilada, ácida y crítica con la que hicieron aguantar el tipo al concejal José Antonio Casablanca.

Ojo porque en los cuplés también siguieron hilando fino con una crítica que hacía reír al ritmo de sonoras ovaciones. El primero, más descontextualizado. El segundo sirvió para atizar a jurado y Al Maridi en un dos por uno.

Si parecía que habían dejado fuera de su tónica ácida y crítica, el popurrí puso de manifiesto que el alcalde tampoco se libra de un repaso que no deja a títere con cabeza. Cada año gustan más en el López y este podría ser el suyo. Veremos cómo les valoran en el jurado. Actuación muy renovada con respecto al anterior pase de una murga que siempre sabe cómo acertar en semis.

Los Mini-folk disfrutan de un más que merecido viaje

Los Mini-folk, encima de las tablas del López en 'semis'

Los Mini-folk, encima de las tablas del López en 'semis' / Andrés Rodríguez

Con la ilusión de una agrupación salida desde la cantera que no se pone límites y con la osadía de unos rostros jóvenes, los Mini-folk se presentaron en su segunda semifinal consecutiva con la cuidada apuesta en sus voces y unas letras llenas de reivindicaciones. En su primer pasodoble pidieron cuidar el COMBA y en la segunda le cantaron a Extremadura, una tierra "callada" y olvidada.

Bien hilado su cuplé que empieza analizando sus trajes y resuelven atizando al consistorio pacense y su gestión con las luces. Aún mejor el segundo, que hacen un repaso por un buen puñado de murgas, las que han pasado y las que no. E incluso utilizando figurantes 'prestados' de Marwan.

Pero su atrevimiento fue a más. También con novedades calentitas en el popurí, donde José Antonio Casablanca vuelve a recibir un nuevo revolcón n forma de crítica por su gestión.

Es complicado saber si lo mejor de esta agrupación es un brillante presente o su más que prometedor futuro. Merecida presencia en ronda en la que no se han achicado. Y eso que aún más mérito que el del año pasado, ya que se aseguran estar entre las doce mejores.

Los Mirinda, con más fe que nunca

Los Mirinda conectó con el público en semifinales

Los Mirinda conectó con el público en semifinales / Andrés Rodríguez

La bocina del final del descanso empezó a sonar y ya olía a incienso. Estas beatas de Lo Mirinda vienen fuerte este año y tienen más fe que nunca en regresar a una final en la que fueron habituales durante muchos años. Puntazo de rabiosa actualidad el pasacalles que relataba cómo el alcalde Gragera lleva huevos a Santa Clara.

Aunque predominó el humor en su actuación, fueron muy serios y críticos en unos pasodobles en los que le pidieron actuar a un equipo municipal al que dice que "se le acabaron las excusas" y lamentaron el complicado futuro de una juventud por la que sus padres hacen incontables sacrificios.

Ya en tono jocoso, los cuplés tuvieron un predominio Borbón con Leonor y Victoria Federica. Prácticamente no hubo silencios en una actuación llena de aplausos. Conectan más que nunca con un público que se han metido en el bolsillo. Encadenaron risas en un popurrí que merece la pena ver en bucle en la Smart TV del salón.

No es fácil que el patio de butacas se levante tras una actuación y Los Mirinda, con este sobresaliente nivel, lo han logrado.

Al Maridi lo borda en su ronda fetiche

Al Maridi, durante su pase de semifinales en el COMBA

Al Maridi, durante su pase de semifinales en el COMBA / Andrés Rodríguez

Si hay una murga a la que le gusten las semifinales, esa es Al Maridi. Varios de sus triunfos vienen por su buen hacer en esta ronda. En este caso no fue una excepción.

En un solo pasodoble puede emocionar con una larga lista de ilustres que nos dejaron "los padres de la historia de las murgas" y un remate contundente lamentando que "al concurso se le da por muerto". En el segundo, mucha atención a un tema ignorado hasta el momento: la delicada situación del Casco Antiguo pacense, que lograron la aprobación de un entregado respetable.

No es fácil ni frecuente hacer un dos por uno en cuplés. Y es que resulta que no solo los pasodobles son el punto fuerte: los cuplés también lo bordan. El camello de Telecinco ha perdido, no solo por el final de Sálvame, sino también por todos los negocios que se han cerrado en Badajoz desde el 92.

El popurrí, trabajado y redondo, y una emotiva despedida ponen el broche de oro a una completa actuación.

Dakipakasa, celosos y fieles a su estilo

Dakipakasa, en la semifinal del COMBA

Dakipakasa, en la semifinal del COMBA / Andrés Rodríguez

Don Carnal volvió a montar una escenita de celos a lomos de las tablas del López. En su vigésimo aniversario, Dakipakasa volvió a exhibir voces con un sorprendente pasodoble en el que intercarlon portugués y español con el que acaban poniendo de manifiesto la hermandad entre fronteras. Ya en el segundo, turno para los niños de hoy en día mal criados y con otros que acaban siendo víctima de acoso escolar.

Les falta creerse un poco más que pueden hacer reír en unos cuplés que dedican a un Rubiales que da un recital de piquito y gestos obscenos ante Leonor. En el segundo, repaso político llevado con sátira.

Durante el popurrí y despedida siguen fieles a su estilo lírico y vocal con tintes de crítica mordaz por momentos. Tenían el papelón de cerrar una noche de gran nivel teniendo un estilo opuesto a prácticamente todas las demás agrupaciones.