Cada hora que transcurre en el Nuevo Vivero da pie a un nuevo giro de guion inesperado. Este lunes se produjo al fin la tan esperada puesta en escena del grupo inversor que desembarcó en el Badajoz hace tres semanas. Mediada la tarde, con un comunicado en el que ponían a disposición de la empresa, persona o entidad que quisieran adquirirlas, el paquete mayoritario de acciones del club. Posteriormente, Luis Oliver confirmó que está detrás del grupo inversor que ha comprado el Badajoz. A última hora de la noche, uno de los capitanes del Badajoz, José Antonio Pardo, puso la réplica en uno de los canales oficiales del club.

Tanto en la nota emitida en primera instancia como en la conversación que Oliver mantuvo posteriormente con Alexis Martín-Tamayo, la nueva propiedad blanquinegra lamentó el hostil recibimiento que han tenido en el club por parte de tanto la afición como de los propios jugadores. «Con esta actitud no va a venir nadie. La gente está asustada», afirmaba Oliver durante su intervención en Twitch con Míster Chip.

Más tarde llegó la réplica de José Antonio Pardo, uno de los capitanes del club, a través de la radio oficial blanquinegra. Durante su intervención, el central blanquinegro recordó la conversación mantenida con el representante de la nueva propiedad, Diego García, durante su desembarco en Badajoz.

Además del tono tenso de la conversación, Pardo desveló que la intención de los nuevos dueños choca frontalmente con lo declarado por un Oliver que aseguró que se les iba a pagar primero a los trabajadores con un sueldo más bajo. «La única nómina que estaban dispuestos a pagar era del primer equipo, para nadie más», comentó. El defensor valenciano, ahondando en la conversación, y tras informar a García de la delicada coyuntura que sufre la entidad, vio la sonrisa de Diego García y entró en cólera. «Te estás riendo en mi cara, de mis compañeros, familia, de toda la gente. Cómo se te ocurra volverte a reír o mentirnos te arranco la cabeza», relató.

Se avecinan días complicados en el Nuevo Vivero en busca de una ratificación de la firma Joaquín Parra que puede dar el poder a los nuevos inversores o dejar al club en una incierta situación institucional.