El Badajoz pisa el acelerador

agenda: el jueves 13 de junio. Es justo esa tarde en la que se pretenden presentar tanto la campaña de abonos como las nuevas equipaciones del primer equipo. Con la premisa de lograr el mayor número de carnets posibles y de hacer caja con las distintas camisetas que se lancen desde ese día en el Badajoz han ido a destajo en la última semana, permitiéndose incluso hacer un paréntesis el día que la Selección Española visitó la capital pacense para volver a intensificar su actualidad durante el fin de semana.

Desde ese día se ha anunciado la renovación de Luis Oliver Sierra como entrenador, se ha nombrado a su nuevo cuerpo técnico, se ha confirmado el ilusionante regreso de Álex Herrera, así como el retorno de antiguos canteranos como Jesús Sánchez, Sergio Tienza o David Calles. También de forma reciente se ha hecho oficial la incorporación de Antonio Pavón y una última, que es la que aglutina más ilusión hasta el momento, la de Bermu, procedente del Villanovense, y que se ha confirmado este mismo lunes después de que el domingo alimentara los rumores de su llegada con una enigmática y burlona respuesta en ‘X’ (antiguo Twitter) en la que contestaban a un aficionado que daba por hecho que el propio Bermu ya no iba a llegar al Nuevo Vivero y que su fichaje ya se ponía imposible para el cuadro blanquinegro.

Escepticismo

Y es que no lo tiene fácil la directiva liderada por Javier Peña en la dirección deportiva y con Luis Oliver y Agapito Iglesias en la sala de máquinas. Su sola figura ya despierta un enorme recelo en una afición ya curada de espanto en cuanto a inversores que no terminan de responder a los compromisos creados y con la que ya vivieron un desencuentro hace ahora dos años. El otro motivo que produce en el Nuevo Vivero un arraigado escepticismo es la preocupante deriva deportiva. Después de dos descensos seguidos y de un sinfín de desilusiones encadenadas a nivel deportivo y extradeportivo, parece complicado que la afición blanquinegra responda, al menos de primeras, a la llamada del abono. Hay que tener en cuenta además que será una de las principales vías para financiarse de una directiva que apuesta por la austeridad y que lleva señalan do el derroche económico de sus precedesores. Entre ellos ya se ha generado el debate sobre si renovarán desde el primer día, si esperarán a ver qué plantel se conforma o si, definitivamente, no renovarán su confianza en el Badajoz.