Rechazo a las políticas del Ministerio de Agricultura

La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo rechaza la última propuesta «propagandística» de Luis Planas

Desde el colectivo Clygal, que aglutina también a labradores, consideran que las 43 medidas del ministro son una «auténtica burla» y una «tomadura de pelo» para los agricultores

Miembros de Clygal ante el Ministerio de Agricultura.

Miembros de Clygal ante el Ministerio de Agricultura. / EL PERIÓDICO

Redacción

La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (Clygal) rechaza «de plano» la última propuesta «propagandística» del ministro de Agricultura, Luis Planas, porque la considera «una auténtica burla» para el sector agrario, después de haber escuchado en todas las ciudades de España durante más de tres meses cuáles son sus «justas reivindicaciones». Así, Clygal entiende las 43 medidas de Planas como una «tomadura de pelo» a los agricultores, porque la burocracia existente hasta ahora sigue «prevaleciendo», las imposiciones comunitarias «continúan», la anunciada flexibilidad medioambiental «brilla por su ausencia», y la entrada de productos de terceros países sin cumplir la normativa europea «se extiende como la pólvora».

Lo único que ha hecho para «flexibilizar» las imposiciones medioambientales es incorporar las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros de la Unión Europea, que «no resuelven absolutamente nada, para el día a día de los agricultores». En este punto, en nota de prensa la organización agraria manifiesta que es «intolerable» que más de 400.000 agricultores continúen bajo el «exhaustivo control» del ministerio, tras eximir de esta «persecución» únicamente a los agricultores con explotaciones cuyas superficies sean inferiores a 10 hectáreas.

La Comunidad de Labradores critica el hecho de que el ministro vuelva a «vender» entre sus propuestas, por «enésima vez», las ayudas concedidas al campo en los dos últimos años, cuando los agricultores y ganaderos «continúan con la soga al cuello». Asimismo, cuestiona que el anuncio para «reforzar» la Agencia de Inspección y Control Alimentario con más efectivos para hacer cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria, «no es más que una pantomima, porque lleva tres años mareando la perdiz desde que la modificó y seguimos en el punto de salida».

Sobre su intención de defender en los foros comunitarios la aplicación de cláusulas espejo, para que los productores de terceros países cumplan con las mismas exigencias que los agricultore de la UE, la Clygal entiende que "no basta con esa defensa, sino que hay que legislar para que se termine con esa competencia desleal y ese agravio que sufren los productos de los agricultores comunitarios, y eso es lo que tiene que lograr en la Comisión Europea, porque lo demás son cuentos".