Una Navidad intercultural

"Esto es como cualquier casa, solo que más grande y con 30 hijos", son las palabras con las que la directora del Hogar de Menores Pedro de Valdivia de Villanueva de la Serena, Julia Parejo, resume la vida diaria en el centro, en el que un gran árbol con cintas y bolas de colores da la bienvenida mientras que el enorme portal de belén recuerda la Navidad cristiana. Esta fiesta tiene, sin embargo, en este centro un toque distinto, y no es otro que el que le dan las diferentes nacionalidades de sus 30 residentes. De la región son Cristofer Díaz, Raquel Carrasco y José Antonio García; de Venezuela Kairel Aliaska Cárdenas; de Marruecos, Amine; de Senegal Samba, Ismaila, Elhadji Lamine; y de Gambia Boubacar.

"Todos están por circunstancias familiares difíciles", señala Parejo. La excepción es la del grupo de subsaharianos. Ellos explican que llegaron a Canarias en patera, desde donde los enviaron a Mérida para finalmente quedarse en Villanueva, bajo la tutela de la Junta. Son cuatro y tienen el mismo objetivo: encontrar trabajo para tener un futuro y poder regresar a su país a ver a sus familias, aunque "solo de vacaciones, porque nos gusta España", indica Ismaila. Para ello se están preparando, realizando un curso de horticultura y otro de castellano, pero lo que quieren es trabajar "de lo que sea".

Dicen ser una gran familia, especialmente para Amine, que sin dudar resalta que vive ahí "porque nadie me quiere" y muestra orgulloso la cadena que le han regalado en la cena de despedida que hicieron a los compañeros que pasarán las fiestas en familia. Se intercambiaron regalos en un ensayo de la cena de Nochebuena, que también compartirán con los que se queden. "Pero sin comer cerdo, que somos musulmanes", recalca Boubacar para quien la Navidad era muy distinta "nosotros solo leemos el Corán y rezamos".