El primer polo económico en agricultura y ganadería

La unión hace la fuerza. Pura lógica que va a provocar su efecto desde el punto de vista económico en la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena. La futura localidad se convertirá en el primer polo industrial de Extremadura en el sector de la agricultura y la ganadería, de manera que las posibilidades de crecimiento se multiplican.

Además, será el segundo municipio más importante de la comunidad en cuanto a Producto Interior Bruto (PIB), solo después de Badajoz.

Asimismo, pasará a presentarse como el segundo polo económico de la provincia pacense con un 11,2% del valor agregado bruto (VAB) provincial, únicamente por detrás de Badajoz, que supone un 26,2% del total provincial; se colocará por delante de Mérida (10,2%).

En cuanto a la población, la futura nueva ciudad, con alrededor de 63.112 habitantes, se posicionará como la tercera más importante de la región. El cálculo sale de la suma actual del censo registrado en Villanueva de la Serena (25.837) y Don Benito (37.275).

De este modo, el futuro municipio queda por delante de Mérida (59.424) y Plasencia (39.558); y por detrás de Badajoz (150.610) y Cáceres (95.418).

En relación a la extensión total que ocupará el futuro núcleo municipal, entre ambos términos se superarán los 700 kilómetros cuadrados.

Eso en cuanto a cifras de economía y demografía. Después están los asuntos sociales. Respecto a la caracterización y la creación de sus nuevas señas de identidad, se desarrollará un proceso de análisis respecto a los símbolos y signos, en el que se integrarán representantes de las asociaciones más significativas de ambas localidades como continuación del proceso ya iniciado de participación ciudadana.

Asimismo, de cara a la armonización de la política fiscal, antes del tercer trimestre de 2022 estará listo, según las previsiones iniciales, un estudio de tarifas, tasas, contribuciones, precios públicos y otros ingresos fiscales, así como los sistemas de bonificaciones y exenciones.

Y, además, antes de que acabe este 2022 deberá estar listo también un documento que recoja propuestas de coordinación entre los distintos instrumentos urbanísticos. Así, los planes PGOU de sendas ciudades incorporarán en su redacción los efectos de la fusión.

En resumen, aunque la unión de los municipios extremeños ha obtenido un respaldo de sus respectivos vecinos, largo es el camino que aún queda por recorrer para que el proyecto sea una realidad, con un numerosos procesos administrativos y estudios.