Javier Solís, Perera y ganadero triunfan en una gran novillada

PLAZA: Un tercio de entrada en tarde de agradable temperatura.

NOVILLOS: Seis de Ortigao Costa; quinto, sobrero, de la misma, muy bien presentados y de juego excelente en general. Ovacionados en el arrastre segundo, tercero, cuarto y quinto. Blandeó el primero y resultó soso el sexto.

NOVILLEROS: Javier Solís: oreja y 2 orejas. Miguel A. Perera: dos orejas y oreja tras aviso. Pedro Gutiérrez ´El Capea´: oreja y ovación. A hombros Solís, Perera y el ganadero.

Tarde de las que hacen afición. La novillada hizo que la feria se viniera arriba, como los novillos de Ortigao Costa. Un lujo de animales para una terna esperanzadora. Los pupilos del luso salían justos de fuerza, pero a medida que avanzaba la lidia sacaban su casta; clase y bondad necesarias para embestir con calidad. Un encierro en conjunto de alta nota para disfrutar con el buen toreo.

Maravillosa actuación de Miguel Angel Perera. Dio una dimensión de torero importante, distinto, de los que ilusionan de verdad. Cortó al primero las dos orejas más merecidas de lo que va de feria, con una faena compacta y maciza, cargada de pureza y autenticidad. Volvió a la cumbre en el quinto, con toreo parsimonioso y pulcro, pero el animal tardó en morir y se le escapó la segunda oreja.

Javier Solís demostró ante sus paisanos su buen momento. Con el blandito primero anduvo con soltura. Y en el cuarto mostró sus cualidades. Realizó una faena alegre, vistosa, con toreo de buen gusto y mató de eficaz estocada.

Se presentaba en Badajoz el hijo de El Capea , un joven recién llegado que evidenció mucha disposición, las lógicas carencias del corto bagaje, pero maneras que ilusionan. No se pueden evitar las comparaciones y, por ello, que decir que tiene formas y gestos que recuerdan a su progenitor. Perdió la segunda oreja que le daba derecho a salir en hombros, por la espada en el último.