Los mosaicos que Silveira creó en una capilla de Valdebótoa se salvarán

Los mosaicos de temática religiosa que el pintor y escultor Guillermo Silveira (1922-1987) creó en 1967 para decorar el porche exterior de la capilla escuela de las Casas Aisladas de Valdebótoa se salvarán. La plataforma ciudadana creada en esta pedanía en septiembre de este mismo año para que no se perdieran estas obras, que corren el riesgo inminente de desaparecer por el estado de ruina del lugar donde se encuentran, ha conseguido implicar a las administraciones y, lo que es más importante, que se comprometan.

El Ayuntamiento de Badajoz es el propietario de la capilla escuela y acaba de dotar una partida de 42.410 euros del nuevo Plan de Impulso, para el que aún tiene que solicitar un préstamo bancario (de más de 21 millones de euros), que debe firmarse antes de final de año. Además, la Comisión de Patrimonio también ha informado favorablemente al proyecto, según asegura Pablo Moreno, portavoz de la plataforma.

Se trata de dos mosaicos que ocupan una superficie de 16,8 metros cuadrados. Uno representa a ‘Los doce apóstoles y el Espíritu Santo’ y, el segundo, titulado ‘Belén’, está a su vez dividido en dos escenas unidas por la estrella de Oriente: ‘El nacimiento de Jesús’ y ‘La adoración de los pastores’. Ambos están realizados con fragmentos de mármoles de distintos colores, granito, arena y cantos rodados. La obra goza de protección pues fue inventariada por la Consejería de Cultura. La capilla escuela donde se encuentran los murales nunca llegó a utilizarse con fines religiosos y ha sido pasto del abandono, pues ha servido de cuadra y gallinero. En la actualidad no tiene techo y solo quedan los muros exteriores, que corren el riesgo de venirse abajo.

La plataforma ha elaborado un detallado proyecto de rescate, que trasladó en el ayuntamiento al concejal de Poblados, Alejandro Vélez y a la de Cultura, Paloma Morcillo y, en la Junta de Extremadura, al director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio, Francisco Pérez Urban. Todos mostraron su buena disposición a atender su pretensión. Tanto ha sido así que ambas administraciones han dado sendos pasos adelante para salvar estos murales.

Según figura en el proyecto, a pesar del abandono de los mosaicos, no se observan riesgos de desprendimiento de los elementos que los componen. Solo en el de los doce apóstoles se ha practicado un agujero en la parte inferior que, al compararlo con fotos antiguas, se comprueba que no ha afectado a ninguna pieza. Sí están sucios en la superficie.

La plataforma ciudadana propone para rescatar los murales arrancar y trasladar los muros completos donde están integrados para no tocar la obra y dejarla tal y como la concibió y realizó el autor y después recolocarlos en el pórtico de la entrada de la iglesia de Valdebótoa. Ya lo ha solicitado al arzobispado, que aún no lo ha confirmado oficialmente. Posiblemente sea necesaria la presencia de un restaurador y en el lugar de reubicación de los murales se coloque un panel explicativo sobre su procedencia. El proceso de rescate está en marcha.