La Junta prevé adjudicar este año la construcción del nuevo edificio en Badajoz que levantará junto al de ahora

Vergeles quiere consensuar con los vecinos un fin social para el actual Marcelo Nessi cuando se vacíe

El consejero defiende que se explique al entorno desde el primer momento sin ocultar información

El actual centro acaba de someterse a obras de adaptación y mejora.

El actual centro acaba de someterse a obras de adaptación y mejora. / LA CRÓNICA DE BADAJOZ

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

El centro de cumplimiento de medidas judiciales de menores Vicente Marcelo Nessi de Badajoz tendrá un nuevo edificio que la Junta de Extremadura levantará en una parcela situada junto al actual con una inversión de 12 millones de euros. La previsión de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales es que la obra de las nuevas instalaciones se adjudique en 2023 y antes de 2026 estén construidas. El actual edificio, que tiene una superficie de casi 9.000 metros cuadrados y acaba de ser reacondicionado con mejoras valoradas en 3,7 millones de euros, se quedará entonces vacío y la propuesta de la Junta es que tenga uso social, según defendió ayer el consejero José María Vergeles.

El consejero visitó los terrenos -de 12.500 metros cuadrados- propiedad de la Junta, donde se va a ubicar el nuevo Marcelo Nessi, situados en el lateral derecho de las actuales instalaciones. Vergeles comentó que ya está terminado el plan funcional, con un módulo «completamente adaptado» a los requerimientos de la fiscalía y de los juzgados de menores. La redacción del proyecto se ha licitado y las obras tienen que adjudicarse a lo largo de 2023 por exigencia del mecanismo de financiación, con fondos Next Generation.

Mientras tanto, «no hemos dejado de realizar reformas» en el actual centro, fundamentalmente destinadas a mejorar la eficiencia energética, tanto en la envolvente como en las fuentes de energía, así como en accesibilidad y medidas de confort para los menores que allí residen.

Vergeles recordó que el edificio actual del Marcelo Nessi fue en su origen una residencia y, aunque se ha adaptado durante todo este tiempo, «la verdad es que este centro no fue construido para esto». El consejero avanzó que cuando este edificio se vacíe le buscarán otros usos, si bien pidió paciencia a la hora de definir su nuevo destino. Vergeles abogó por un «fin social» para este centro, para lo cual «tendremos que hablar mucho con los vecinos de la zona» y evitar «situaciones que se han producido en otros momentos». Sin mencionarlo, Vergeles aludía a la oposición que generó en el entorno el proyecto de albergue de acogida de transeúntes que el ayuntamiento anunció en El Progreso, que se paralizó por esta reacción.

Para el consejero, es fundamental en el uso que se quiera dar al actual Marcelo Nessi que «los vecinos lo noten como parte de su barrio, que es lo importante, porque ese es el mejor fin social que se le puede dar». Para ello, Vergeles cree necesario informar a los vecinos del proyecto para que no se sientan «engañados». Es decir «hay que explicarles desde el primer momento a qué se va a destinar sin ocultarles información y que opinen». Así, puso en el acento en que el entorno donde se sitúa este centro tiene «un proceso comunitario ejemplar para todo el país», por lo que confía en llegar a un acuerdo sobre los fines sociales de estas instalaciones. «No me pueden decir que aquel barrio tiene unas características de irracionalidad o de no querer integrar a la sociedad», recalcó. Vergeles negó que estuviese refiriéndose al albergue de transeúntes. «Estoy hablando de que este centro debe tener fines sociales que deben ser explicados a los vecinos y que desde el principio no se descarten, el resto son interpretaciones».

La idea con la que se trabaja para el nuevo centro Marcelo Nessi es que permita una «mejor reinserción social» de los menores ingresados. «Será lo más parecido a un modelo de vivienda», con diferentes módulos residenciales, zonas comunes para trabajos en grupo y un espacio para todos los programas en contacto con la comunidad. En concreto, el consejero se refirió a la educación en el ámbito de las conductas adictivas o desarrollo de habilidades sociales para enfrentarse a entrevistas de trabajo. El futuro centro contará con 35 plazas: 15 para internamientos terapéuticos y otras 20 para internamientos cerrados, semiabiertos, abiertos y permanencias de fin de semana.