Los vecinos del Cerro de Reyes y Antonio Domínguez definen la situación como «insoportable»

La fumigación de los mosquitos en los arroyos de Badajoz se adelanta por el calor

El ayuntamiento empezará a actuar en los alrededores del Rivillas y el Calamón a mediados de mes

La calle Quevedo, una de las zonas más afectadas.

La calle Quevedo, una de las zonas más afectadas. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Irene Rangel

Irene Rangel

La llegada de las altas temperaturas, si bien repentina, parece que también ha sido para quedarse. Este tiempo caluroso favorece la aparición anticipada de los mosquitos, que en algunas zonas de la ciudad están causando estragos. «Es que impide el paseo, incluso. Hay zonas por las que es mejor no pasar», explica Miguel García, presidente de la Asociación de Vecinos de Cerro de Reyes.

Según explica García, «es una cuestión de limpieza en la zona tanto del Rivillas como del Calamón. El agua de los regatos está estancada y también hay maleza en los cauces. Esto hace que cuando llegue el calor, los mosquitos se multipliquen». Estos insectos toleran muy bien las altas temperaturas que, al contrario de afectarles, les benefician. 

Miguel García afirma que los más afectados son los vecinos del Cerro de Reyes y Antonio Domínguez, «concretamente las calles Francisco de Quevedo, Miguel Ángel Asturias, Jorge Manrique, la calle Villarroel también...», pero asegura que la problemática también se deja sentir en algunas zonas de Pardaleras e incluso de Ciudad Jardín. «En resumen, todas las zonas que lindan o con el Rivillas o con el Calamón tienen este problema».

Lucía Moreno es la presidenta de la Asociación de Vecinos de Antonio Domínguez. Ella coincide con García en afirmar que la situación es «un gran malestar». Según cuenta, Moreno pasea diariamente por esa zona porque saca a pasear a sus perros. «Hace un par de días no podías caminar ni un par de metros sin encontrarte auténticos pelotones de mosquitos. Si vas andando es muy incómodo, pero es que si vas en bicicleta, que coges más velocidad, se te pegan hasta a las gafas», explica. García coincide. «Se te meten en los ojos, en la boca...», dice. Afirma que «hay veces que no puedes evitar pasar por allí, yo por ejemplo tengo que atravesar por el puente entre Pardaleras y el Cerro, y es un suplicio. Al menos por ahora este año nadie ha sufrido problemas graves por picaduras», dice. 

En la tarde de ayer, algunas vecinas de la calle Quevedo aprovechaban para tomar el fresco. La estampa era posible porque hacía aire «y por eso no hay mosquitos». «Es que hay días y días, algunas veces está la cosa mejor», dice Moreno. La presidente también afirma que el problema empeora al caer la noche. «Si sales cuando se está yendo el sol o de noche, puedes ver nubes grandes de mosquitos alrededor de las luces de las farolas. Impresiona», dice, y añade irónicamente que «la ‘suerte’ es que en la zona del Rivillas últimamente tampoco hay mucha luz, se les olvidará darle al botón». Explica que en la zona del paseo «apenas hay iluminación. Como se te haga un poco más tarde de la cuenta tienes que ir con la linterna del móvil alumbrando el camino».

Actuaciones en el cauce del río

Miguel García afirma haberse puesto en contacto en repetidas ocasiones tanto con el ayuntamiento como con Confederación Hidrográfica del Guadiana, con nefastos resultados. «Esto es un problema que tenemos desde hace cuatro años. Todos nos dicen que toman nota, pero esto no se traduce en nada». 

Una vez consultado, el Ayuntamiento de Badajoz confirma a este medio que se actuará sobre estas zonas de forma inmediata. Esta intervención depende directamente de la concejalía de Sanidad, que afirma que se comenzará a fumigar a mediados de este mismo mes. 

Se actuará, según explican, en los cauces de ambos ríos, tanto el Rivillas como el Calamón, y se focalizará la acción sobre la lámina de ambos arroyos y también sobre las fuentes.