Inicitiva para compartir

Árboles tejidos de amistad

Un grupo de mujeres del proyecto de Cruz Roja para mayores 'Enredados' decora los troncos de ocho madroños de la calle Museo de Badajoz con coloridos tapices de ganchillo

Las protagonistas con sus árboles y sus tapetes de ganchillo.

Las protagonistas con sus árboles y sus tapetes de ganchillo. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Es un movimiento internacional con un nombre en inglés, pero para ellas es simple y llanamente decorar con ganchillo, una labor que la mayoría practica desde que eran jóvenes (incluso niñas) y que desde hace unos años comparten en grupo con las amigas que se reúnen en la sede de Cruz Roja, en la calle Museo. Precisamente en esta calle, con permiso del Ayuntamiento de Badajoz, acaban de cubrir los troncos de ocho árboles con coloridos tapices de croché, que esperan que los ciudadanos respeten durante mucho tiempo. «Hasta que se estropeen».

Al frente de esta iniciativa está Joaquina Díaz, responsable del área de mayores en Badajoz en Cruz Roja. Forrar los troncos de los árboles es una de las actividades desarrolladas dentro del proyecto Red Social para Personas Mayores ‘Enrédate’, cuyo objetivo es que las participantes socialicen «y se enreden unas con otras y tejan lazos de convivencia». El grupo queda desde hace ocho años todos los miércoles por la mañana, de 10.00 a 12.00 horas, y después van juntas a tomar café, tienen su grupo de whatsapp y comparten otras actividades del programa, como los talleres de brecha digital. Todas viven en el entorno.

Candi y Ángela colocan en el tronco los cuadros de crochet.

Candi y Ángela colocan en el tronco los cuadros de crochet. / S. GARCÍA

Estas mujeres tejieron los tapices de crochet el año pasado, pero empezó a llover y no los pudieron colocar. Han esperado a que el tiempo mejore y ayer Ángela Bravo, Quintina Rajo, Julia De Sande, Cándida Rastrollo y María Saavedra se pusieron manos a la obra. Cada tronco necesita entre 15 y 20 cuadrados de ganchillo. La ‘maestra’ de esta labor ha sido una de ellas, Quintina. «He hecho mucho crochet porque me encanta y sigo, en casa siempre tengo algo empezado». El año pasado confeccionaron un árbol de Navidad para decorar la sede de Cruz Roja. «Nos entretenemos y además queda bonito, porque las mayores seguimos valiendo y mucho». Julia también sabía hacer crochet «pero aquí me han enseñado más». «Yo he hecho hasta lámparas de ganchillo y las tengo en casa», explica Candi, que ya le gustaba tejer. «Me enseñó mi madre desde chiquitina y cuando me castigaba me decía: a hacer ganchillo», contaba esta mujer «Es que antes hacíamos muchas labores». A Quintina le gusta buscar en Facebook ideas para sus labores. Es una de las utilidades del taller de brecha digital. La edad no las detiene y si se puede compartir, mejor.

Todas siguieron con atención y predisposión el proceso.

Todas siguieron con atención y predisposión el proceso. / S. GARCÍA