LOS 24 ÓRGANOS JUDICIALES YA SE HAN TRASLADADO A LA SEDE DE RONDA NORTE, QUE ESTÁ AL COMPLETO

El nuevo palacio de justicia de Badajoz acoge los primeros juicios pendiente de ajustes de funcionamiento

Los juzgados de lo Social y el Mercantil empiezan a celebrar vistas y, a partir del 13 de noviembre, lo harán el resto

Hay incidencias con algunos equipos informáticos y cierto "despiste" general para moverse por el edificio

El nuevo palacio de justicia de Badajoz acoge los primeros juicios pendiente de ajustes de funcionamiento

Santiago García Villegas

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

El nuevo palacio de justicia de Badajoz acogió este lunes sus primeros juicios, pendiente de solventar algunos desajustes de funcionamiento que se han producido con el traslado a la sede de la Ronda Norte de 24 órganos judiciales en menos de una semana y con el reto por parte de los funcionarios, profesionales del derecho y ciudadanos de reubicarse en este imponente edificio de cuatro plantas.

Las primeras vistas se celebraron en los juzgados de lo Social y el Mercantil y, a partir del próximo lunes, 13 de noviembre, empezarán a hacerlo en los de primeras instancias, penales y contenciosos.

 «Estamos tomando tierra», comentaba una abogada a las puertas del Juzgado de lo Social número 5. El ‘despiste’ para moverse era generalizado, incluso entre los propios funcionarios. «Necesitamos un GPS», bromeaba una funcionaria, que ayer dio más de una vuelta para encontrar algún despacho. «Al principio es normal que estemos un poco perdidos, es nuevo para todos», reconocían otros letrados. Estaban de pie en los pasillos y muy pocos sabían que junto a cada una de las 14 salas de vistas hay una pequeña salita de espera con asientos. 

«La ventaja es que aquí siempre vas a llegar a los juicios, porque están todos los juzgados juntos, no como antes, pero el problema es que hay que desplazarse», apuntaba otra letrada. «Y la pena que se está vaciando el centro, porque se podía haber hecho en la ciudad y no en las afueras», añadía un compañero.

Muchos ciudadanos también se sentían «desubicados» al acceder al edificio. En el puesto de control los agentes de la Guardia Civil y los vigilantes no paraban de dar indicaciones. También se ha habilitado un punto de información en los propios juzgados. 

Puesto de control de acceso en el vestíbulo del edificio.

Puesto de control de acceso en el vestíbulo del edificio. / S. GARCÍA

Todas las salas de vistas, el Registro Civil y las dependencias de los colegios de Abogados, Procuradores y Graduados Sociales, además de la oficina del turno de oficio, se encuentran en la planta baja. El propósito es que esta sea la zona más abierta del palacio de justicia y no haya personas «deambulando» por todo el edificio, como ocurría en la avenida de Colón.

La nueva Oficina Judicial está en la primera planta. Los servicios generales comunes y de ejecución en los que se divide se reparten en salas diáfanas, con puestos de trabajo para los funcionarios. Entre estos últimos se respiraba cierto «caos». «Tenemos un problema organizativo, porque es una estructura completamente novedosa, y otro técnico, porque hay aplicaciones y equipos informáticos que aún no funcionan», reconocía Jesús González Iglesias, letrado de la Administración de Justicia responsable del servicio general común. «Es una máquina que está parada y hay que ponerla en funcionamiento, se necesitan más días para que ruede», aseguraba. 

Los funcionarios de la nueva Oficina Judicial.

Los funcionarios de la nueva Oficina Judicial. / S. GARCÍA

Además, falla la cobertura móvil en algunas dependencias y había teléfonos que estaban sin línea todavía.

En la Ronda Norte, también están a «pleno rendimiento» los juzgados de Menores y Violencia de Género, los primeros en funcionar desde la pasada semana, el Registro Civil, y el Juzgado de Guardia. 

Los primeros se ubican en la segunda planta, junto con los penales, Mercantil y de primera instancia, mientras que el último se sitúa en el sótano. El Juzgado de Guardia tiene acceso independiente y, a diferencia de antes, ahora cuenta con una sala de vistas y dependencias propias, es decir, es el juez quien se traslada y no se ubica en el juzgado al que corresponda por turno estar operativo. En esta misma planta están los calabozos (hay seis) y la zona destinada a la Policía Nacional, también con entrada propia. 

Dependencias de la Policía Nacional en los calabozos.

Dependencias de la Policía Nacional en los calabozos. / S. GARCÍA

En la tercera planta están los juzgados de instrucción, contenciosos y alguno de primera instancia; y la cuarta, la ocupa la fiscalía.

El juez decano: "No solo cambia la 'casa', sino el sistema de trabajo"

«Ha sido impresionante que en tres días se hayan trasladado 24 ‘casas, 24 familias enteras’ (en referencia a los 24 juzgados) y estemos funcionando al 99%», valoró ayer el juez decano de Badajoz, Emilio García Cancho, quien reconoció que, como en cualquier mudanza, se necesita un margen de tiempo para estar al 100%. «Dos semanas», estimó de plazo para que todas las incidencias se hayan solventado.

Emilio García Cancho, juez decano de Badajoz, este lunes.

Emilio García Cancho, juez decano de Badajoz, este lunes. / S. GARCÍA

«No solo cambiamos de ‘casa’, se cambia la organización y el sistema de trabajo con la nueva Oficina Judicial, que es lo más importante», recordó García Cancho. Con esta figura, se ha centralizado la asistencia a todos los juzgados, a través de unos servicios generales comunes (con unos 70 funcionarios) y los servicios de ejecución civil y penal (con una plantilla similar). «Es un sistema que agiliza, es más efectivo y optimiza recursos y, al final, el más beneficiado es el ciudadano», defendió el juez decano. 

Esta nueva forma de funcionamiento, «que cambia el sistema de trabajo de dos siglos», supone que cada juzgado haya perdido personal, al adscribirse gran parte de los funcionarios a la Oficina Judicial, que ahora soporta gran parte de su carga de trabajo. «Hay que acoplar el trabajo, porque cada uno procede de un juzgado», señaló García Cancho, quien insistió en que, como en toda nueva etapa, solo se requiere algo de tiempo para que todo el engranaje judicial esté engrasado.

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