Se reanudan las obras de derribo del matadero de Badajoz, paradas desde hace dos años y medio

Dos años y medio después de que se paralizasen los trabajos de demolición del antiguo matadero municipal, en el polígono industrial de El Nevero para terminar el derribo de las estructuras que quedaban en pie, ahora ya convertidas en montañas de escombros. En el terreno que quede libre, el Ayuntamiento de Badajoz construirá la nave para el servicio municipal de Vías y Obras, así como un nuevo cerramiento. 

El plazo de ejecución de esta obra es de 10 meses con lo cual, si no se producen más imprevistos, podría terminar a finales de este año o a principios de 2025, casi tres años después del primer plazo anunciado.

Vías y Obras se encontraba en el antiguo Ifeba, que el ayuntamiento vendió para la construcción de viviendas. El servicio municipal necesitaba una nueva sede y el equipo de gobierno pensó en construirla en la parcela del antiguo matadero municipal, cuyas instalaciones llevaban una década abandonadas. Licitó la obra por 1,2 millones en marzo de 2021. Se van a cumplir por tanto tres años del anuncio. En agosto de ese año comenzó el derribo del matadero, pero al poco tiempo las paralizó la adjudicataria, la UTE formada por Saneva y Glesa, que no pudo asumir el incremento de costes de los materiales.

El ayuntamiento tuvo que rescindir el contrato y sacar de nuevo la licitación, con un presupuesto superior (1.379.000 euros) y el mismo plazo de ejecución: 10 meses. Se adjudicó a principios de diciembre pasado por 1.368.000 euros a Cubillana y la semana pasada se han reanudado los trabajos. Apenas queda nada en pie de las antiguas instalaciones. El concejal del área, Carlos Urueña, confía en que los trabajos se agilicen. Cubillana es la misma empresa que está realizando las obras de la plataforma única en la calle Juan Carlos I y en cuanto termine esta actuación, sus trabajadores se trasladarán a las obras de El Nevero.

Entre tanto, Vías y Obras tuvo que abandonar Ifeba porque la promotora que adquirió los terrenos empezó las obras de las viviendas y el servicio municipal se trasladó a unas naves en alquiler situadas junto a la Fábrica de la Luz.