Este es el radar que más multa de todo Extremadura: multa a más de 60 personas al día

Un cinemómetro muy bien posicionado

Un radar en Badajoz

Un radar en Badajoz / R.M.

R. P.

Conducir excediendo los límites de velocidad, tras el consumo de alcohol o sin cinturón de seguridad son infracciones por las que pueden multarte. La DGT impone (junto con los ayuntamientos) cientos de miles de multas por excesos de velocidad cada año. Pero ¿cuál fue el radar que más sanciones impuso el año pasado? En toda la comunidad de Extremadura fue uno de Badajoz. El situado en el kilómetro 685,9 de la autovía A-66 (la vía de la plata que une Gijón con Sevilla).

Este radar impuso el año pasado 23.105 sanciones. Esto es una media de más de 60 al día según se informa en las estadísticas de la Dirección General de Tráfico.

La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue trabajando para reducir los accidentes de tráfico en España. Uno de los principales motivos por el que se provocan los siniestros es por el exceso de velocidad de los vehículos y que se intenta disminuir con la instalación de radares. El problema llega cuando los conductores conocen la localización del radar y frenan justamente unos metros antes del punto y, una vez lo superan, vuelven a aumentar la velocidad por encima del límite. 

A pesar de las advertencias por parte del organismo de tráfico, los conductores siguen sin concienciarse de la importancia de cumplir con los límites de velocidad en todas las vías de España. Existen tres tipos de radares: móviles, fijos y de tramo. Seguramente, estos últimos son los más efectivos a la hora de controlar la velocidad de los conductores.

Uno de los radares que más sanciones pone en las carreteras españolas es el radar en cascada, que sirve generalmente como medida antifrenazo para los conductores que al ver un radar reducen su velocidad y vuelven a acelerar una vez pasado el control. Este tipo de radares pueden ser fijos o móviles y están situados a continuación de un primer radar fijo en un determinado tramo, a una distancia relativamente cercana a estos. El conductor no sabe dónde se sitúa, por lo que si vuelve a acelerar tras pasar el radar fijo corre el riesgo de ser multado.