23 de abril - Día del libro

Los jóvenes de Badajoz se decantan por los libros en papel

El auge de las cuentas de ‘influencers’ que difunden información sobre libros en redes sociales y la salida a la venta de ediciones especiales limitadas han impulsado la venta literaria entre el sector juvenil 

Un joven consulta un libro de lectura en la casa del libro de Badajoz.

Un joven consulta un libro de lectura en la casa del libro de Badajoz. / LCB

«Todos los booktokers que aconsejan y hablan de libros han hecho que les entre ese gusanillo a la gente joven». Esta frase es de Javier Sánchez, director de Casa del Libro de Badajoz, quien hoy está junto al resto del gremio de libreros de la ciudad de enhorabuena dado que se celebra a nivel mundial el Día del Libro. Según un estudio elaborado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) la juventud es la que más agarra un libro en su tiempo libre con un 74%, aunque Extremadura es la Comunidad Autónoma en la que menos se lee de todo el país. Jose Luis Marín, dueño de Librería Colón en Badajoz, pide que se siga fomentando la lectura y afirma que hay un aumento significativo en la venta de libros en los últimos años, sobre todo entre los adolescentes. 

Los géneros que más se venden entre los jóvenes pacenses son la fantasía, la ciencia ficción y el romance. «Estoy vendiendo sobre todo muchos libros de literatura fantástica», apunta Agustín Lozano de la Cruz, dueño de la librería Tusitala, a lo que José Luis Marín añade: «novela romántica y ciencia ficción son los géneros que más me piden». Autores como Brandon Sanderson, Sarah J. Maas y Rebecca Yarros están entre los autores más leídos del género fantástico.

«Ahora me estoy leyendo Alas de Sangre» cuenta Lucía Peña, una joven pacense, quien afirma que le gusta leer enemies to lovers una variante dentro del romance que trata sobre dos personas que se odian, pero por diversas circunstancias se acaban enamorando. Su amiga María Belén Muñoz prefiere el género ‘friends to lovers’ (amigos que se enamoran), la ciencia ficción y la fantasía. Por el contrario, Patricia González prefiere los clásicos y se está leyendo 1984 de George Orwell. «Los libros de ahora son muy comerciales», comenta esta chica. Otros como Ismael Flores prefieren el famoso terror de Stephen King. «Mi libro favorito es El resplandor», afirma. 

«Prefiero leer en papel porque, aunque sea más económico en digital, la experiencia es distinta, además así puedo marcarlo con post-its», cuenta Silvia González de 17 años y amante de los libros de fantasía. Pese a la salida de dispositivos para leer en digital los jóvenes siguen prefiriendo la sensación de pasar las páginas de un libro en papel y esto se nota en el bolsillo de los libreros.

Ediciones especiales

Los dueños de las librerías coinciden en que el auge de la venta de libros ha venido dado, no solo por la promoción en redes sociales, sino por la salida al mercado de ediciones especiales. ‘Alas de Sangre’ y ‘Alas de Hierro’ de la autora Rebecca Yarros fueron un fenómeno a nivel mundial por tener la primera edición limitada con los cantos pintados. Muchas personas hicieron cola frente a las librerías para poder adquirirlo. «Fue una locura de gente viniendo a por las ediciones especiales y la verdad es que ha impulsado mucho la venta de libros de fantasía», manifiesta el director de Casa del Libro. «En las preventas está ocurriendo lo que nunca, hay libros que se van a publicar en julio y tenemos ya hecha la preventa», cuenta el director de la librería Colón.

Medidas como el bono cultural para las personas de 18 años también han contribuido a la hora de fomentar actividades como la lectura en personas jóvenes. Así lo afirman los dueños de Tusitala y Libería Colón. Sin embargo, Jose Luis Marín cree que las bibliotecas de Extremadura deberían adquirir más libros para las personas que no puedan permitírselo. «Las bibliotecas no están comprando nada», declara el dueño de la librería Colón. «Además, es que los jóvenes lo están demandando, si dijéramos que van a comprar libros para meterlos en la estantería vale, pero los están pidiendo para leerlos».