Sin suministro potable desde el 19 de abril

El SES levanta la restricción en el consumo del agua del grifo en Villafranca de los Barros

El último análisis de Salud Pública determina que los niveles son «adecuados y seguros», tras tres semanas con turbidez

Una persona se lava las manos con agua del grifo.

Una persona se lava las manos con agua del grifo. / LCB

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Tras casi tres semanas sin poder beber del grifo el Servicio Extremeño de Salud (SES), a través de la Dirección General de Salud Pública, ha levantado hoy las restricciones para el uso de agua potable en Villafranca de los Barros

La prohibición de consumirla se decretó ante una situación de posible riesgo para la salud por los valores de turbidez y el color que presentaba el agua .

Tras una «exhaustiva» evaluación y análisis, el SES ha determinado que los resultados de la última prueba muestran niveles «adecuados y seguros» para el consumo humano.

El alcalde de Villafranca de los Barros, Francisco Jiménez, llevaba cerca de dos semanas realizando peticiones al SES para que levantara las restricciones, pues, a su juicio, no existía peligro para los vecinos. 

Hoy, según ha informado la Junta de Extremadura a través de un comunicado, la situación ha vuelto a la normalidad. No obstante, desde el SES aseguran que continuarán realizando controles «exhaustivos y periódicos» para garantizar que el agua mantenga los estándares de seguridad establecidos y que siga siendo apta para el consumo humano.

Durante el tiempo que se ha mantenido la restricción, el Ayuntamiento de Villafranca de los Barros ha dispensado más de 55.000 litros de agua a los 13.000 vecinos del municipio. En un primer momento, se repartió agua embotellada -unos 40.000 litros- en un punto habilitado por el consistorio y, posteriormente, se comenzó a suministrar con un camión cisterna, con una media diaria de 3.000 litros.

Villafranca de los Barros no es la única población pacense que ha tenido que soportar restricciones en el consumo de agua potable en los últimos meses. A principios del pasado abril, en la pedanía de San Jorge de Alor, dependiente de Olivenza, los vecinos vivieron una situación similar, en este caso, por la presencia de un pesticida prohibido desde 2007.