Carnaval de Badajoz 2024

Water Closet: 20 años con el humor absurdo por bandera en el Concurso de Murgas de Badajoz

La murga, una de las más veteranas del panorama carnavalero, mantiene la misma formación desde sus inicios

«El concurso está atascado, le queremos poner demasiadas tonterías»

Los Water Closet posan en su local de ensayo, el mismo donde comenzaron su andadura.

Los Water Closet posan en su local de ensayo, el mismo donde comenzaron su andadura. / ANTONIO HERNÁNDEZ

Irene Rangel

Irene Rangel

La entrevista de la que nace este artículo no se hace en un local de ensayo sino en un bar de San Roque, el cuartel general de los Water Closet. Han quedado una hora antes de que empiece el pase del día para tomar unas cañas y allí nos reciben, dispuestos a rememorar sus 20 años de historia con el codo apoyado en una barra. «Somos menos pardillos, hemos crecido y tenemos más calle», dicen. Juanlu Arias, miembro de la murga, se afana en aclarar que son «20 carnavales pero 21 años juntos, que hay que empezar a ensayar un año antes de la primera actuación». 

El grupo mantiene más o menos la misma formación desde que empezaron. También siguen ensayando en el mismo local de la calle Vistahermosa que les vio nacer. «No es que seamos fieles, somos cómodos. Si algo funciona no lo cambiamos», confiesan, y dicen de sí mismos que son «como un matrimonio bien avenido: sabemos cuáles son nuestras carencias y así funcionamos». Técnica depurada. «También hemos tenido suerte».

Durante dos décadas han crecido amoldándose a un Carnaval y un Concurso de Murgas que mucho ha cambiado. «La cosa se ha descontrolado. El concurso está atascado y le queremos poner demasiadas tonterías. Hemos profesionalizado demasiado algo que hacemos entre cuatro ‘mataos’. Las murgas no son compañeras, van a su bola». Ellos han sabido adaptarse al medio sin perder su seña de identidad, ese humor absursdo que se puede definir como ‘muy Water’. «Nosotros hemos visto pasar muchas bolas del desierto en el escenario», afirman, asegurando que les costó meterse al público en el bolsillo. Sobre la mesa aparecen recuerdos del año de Villa Water (2008) o el de ‘No olvidamos nuestras raíces’ (2007, cuando se vistieron de hortalizas). «Es que no sabemos hacer otra cosa. Siempre hemos hecho lo mismo: antes y ahora que el concurso cada vez es menos gracioso y la tendencia de las murgas es a ser serias». 

Con la experiencia a las espaldas y la gente de su lado reconocen que en ocasiones han vivido en sus carnes un auténtico fenómeno fan. «Somos una murga que, afortunadamente, gusta a todo el mundo. Hemos vivido momentos muy surrealistas pero nosotros crecemos y nuestros seguidores, también. Durante un tiempo gustábamos a los jóvenes pero ahora nos vienen a ver los padres con los hijos». Aseguran que los niños que les siguen son legión. «Hasta dibujos nos han hecho. Es verdad que los que escriben suelen currárselo para que nuestras actuaciones sean para todos los públicos».

«Nos vemos en el pregón»

En 20 años, como no puede ser de otra forma, la murga ha vivido malos momentos carnavaleros. «El rato que pasamos después de cantar de Rapperos (2012), cuando nos descalificaron, vimos a familiares llorando... fue duro». Los buenos, sin embargo, los superan por cientos. «Hubo un año que ganamos el primer premio en grupos menores. No sabíamos ni que existía. Cuando llegó la entrega, no había nadie para recogerlo», dicen entre risas. Muchos otros no saldrán jamás de la memoria de aquellos que los vivieron. 

También en su haber tienen el haber sido una de las pocas murgas que ha visto como su posición cambiaba por una equivocación al sumar los puntos, pasando del segundo al tercer puesto el pasado año durante los días de Carnaval. «Fue una pena porque la gente por la calle no nos hablaba de otra cosa que no fuera eso y la actuación era buena. En la entrega de premios nos enteramos finalmente de cuál era nuestra posición».  

Sus letras perduran en la memoria de los aficionados. Una en concreto, la despedida del año de dioses, se ha colado permanentemente en la memoria colectiva de los carnavaleros. 

Al preguntarles por cuál consideran que es su mejor actuación hasta la fecha se abre el debate. Se nombran actuaciones como ‘El legendario gran Nariff’ (2015), ‘Lo mejorcito de cada casa’ (2016) o ‘Cuando te interesa te acuerdas de mí’ (2018). 

Siendo una de las murgas más veteranas del panorama actual, con tres primeros premios a sus espaldas (2014, 2016 y 2018) y habituales del 'top 3', pocas son los objetivos que les quedan por cumplir. «Nos veo dando un pregón, no me importaría llegar al balcón municipal como la murga Water Closet. Sería un ‘pazo’ de orgullo, lo más grande ahora mismo», aseguran. 20 años no son nada para ellos.