La junta del Badajoz se resuelve sin acuerdo y con dos dimisiones

El Badajoz sigue hoy más o menos igual que estaba ayer. Con la única salvedad de que no tiene presidente ni responsable en el apartado de asuntos jurídicos. La junta del consejo de administración, que estaba prevista para este miércoles, se ha resuelto sin que se adopte acuerdo de ningún tipo. Esto se traduce en que los mexicanos seguirán en el poder y tienen todas las papeletas de acabar la temporada, ya que tienen 60 días para convocar una nueva junta y si no lo hacen, el registrador mercantil lo dictaría automáticamente en un plazo de aproximadamente un mes, según explican fuentes de Oliver y Agapito a este medio, lo que viene a ser un total de casi 100 días hasta que puedan cambiar los roles. El consejo de administración del Badajoz queda conformado por Miguel Leyva, Víctor Arana, que representan la parte económica y deportiva del club respectivamente, y Juan Manuel Zapata, miembro de la Plataforma Sentimiento Blanquinegro que entró el pasado mes de junio en el consejo. Es decir, tal como estaba, pero sin Diego García ni Luis Díaz-Ambrona, que han presentado este miércoles la dimisión de sus respectivos cargos.

Por tanto, los empresarios aztecas se mantienen en el cargo y su objetivo sería abonar la nómina a la plantilla correspondiente al mes de enero a lo largo de esta misma semana, según ha podido saber este periódico. Desde el club no se han pronunciado de forma oficial ni con declaraciones ni tampoco con comunicado alguno para explicar todo lo acontecido, talc omo viene siendo habitual en los últimos tiempos.

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Por parte de Oliver y Agapito, que les tocará esperar en su intento de regresar al Nuevo Vivero, se mantienen en sus trece de pedir responsabilidades legales y penales a la actual propiedad si inclumplen con los compromisos de pago con Hacienda y trabajadores del club. 

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Dimisiones

Las únicas novedades que ha dejado esta junta del consejo ha sido las dos dimisiones: la del hasta ahora presidente Luis Díaz-Ambrona, que ya se comentó en este mismo medio, y la de Diego García. El abogado pacense deja la presidencia porque, según él, «no quiero tomar parte en una guerra que se dirima entre las dos propiedades del club». Este cargo queda, por tanto, desierto en la entidad blanquinegra. El otro abogado que se desvincula del Nuevo Vivero es Diego García, que llegó hace justo dos años con Luis Oliver y Agapito, y que se mantuvo cuando estos vendieron a la actual propiedad mexicana. Ha sido el encargado de gestionar un concurso de acreedores, cuyo convenio ya está aprobado, que se pagará en cinco años y que no tendrán que abonar nada durante los dos primeros.

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