Fútbol. Segunda Federación

Se avecina un debate en Badajoz

El posible descenso del CD Badajoz vuelve a poner una posible refundación encima de la mesa

La hinchada del Badajoz, en un partido del Nuevo Vivero

La hinchada del Badajoz, en un partido del Nuevo Vivero / Andrés Rodríguez

Luis Rollano

No ha pasado (de momento). Pero es una probabilidad que a día de hoy parece bastante factible. El hecho de que el Badajoz pueda certificar su descenso a Segunda Federación parece una triste noticia para la afición pacense que en las próximas semanas podría convertirse en una agria realidad. Otra más para una hinchada acostumbrada a encadenar sufrimientos después de que el pasado 22 de mayo de 2021 se le escapara un ascenso a Segunda División que parecía cantado. Una más para una hinchada que ha vivido el ingreso en prisión de un presidente, varios cambios de propietarios del club y un descenso de Primera a Segunda Federación. 

Y es que una buena parte de la masa social blanquinegra ya parece resignada a vivir un nuevo descenso. El segundo en menos de un año. Lo que no parece tan claro es qué es lo que va a suceder a partir del mes de mayo si el cuadro pacense cae al infierno de la Tercera Federación. A nivel institucional, el club se haya en una encrucijada en la que Luis Oliver y Agapito han tomado el club por la fuerza; los mexicanos dicen que el club es suyo y Joaquín Parra afirma que va a recuperar el control de la entidad. La incógnita es si ese interés colectivo por llevar las riendas del club desaparecerá en el momento que el Badajoz descienda.

Otra de las grandes incertidumbres está en la coyuntura económica del club. El Badajoz se encuentra ahora mismo inmerso en un concurso de acreedores en el que tendrá que comenzar a pagar dentro de unos meses a todos los deudores con el que lograron atar el convenio. Hace diez meses, el por aquel entonces responsable de los asuntos legales de la entidad pacense, Diego García, vino a explicar que la viabilidad del club venía de la mano de lograr ascensos deportivos. 

Con todo este panorama, se está generando un caldo de cultivo en el que un debate circule dentro de la afición del Badajoz. Por un lado, los partidarios de una refundación (la segunda en poco más de una década) que permita al club volver a empezar de cero sin deudas y sin cargas y los que siguen pensando en que «mientras hay vida, hay esperanza» y se muestran contrarios a la creación de un nuevo club antes que otro desaparezca. No obstante, los impredecibles acontecimientos que pueden suceder en las semanas posteriores del término de la competición pueden cambiar esta visión de una buena parte de los aficionados.