La Comunidad de Labradores de Almendralejo reclama una flexibilización de las medidas medioambientales de la PAC

Para no depender en exceso de terceros países para los cereales

Productos fitosanitarios.

Productos fitosanitarios. / EP

La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo propone al ministro de Agricultura, Luis Planas, que reclame en ante la Comisión Europea la flexibilización de las exigencias medioambientales que pretenden incluir en la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) ante la guerra de Ucrania, para reducir así la dependencia "que tenemos de terceros países para proveernos de cereales -sobre todo girasol y maíz-, tanto para la alimentación humana como para la elaboración de piensos de consumo animal".

La Comunidad de Labradores considera que "si se pueden levantar las restricciones a la importación de grano procedente de Brasil o Argentina para cubrir nuestras necesidades, también se pueden reducir las ‘imposiciones’ medioambientales de la Comisión Europea en la PAC que entrará en vigor en 2023, para así aumentar la autosuficiencia de los países miembros". Argumenta -además- que el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció recientemente que se permitirán las importaciones de girasol y maíz procedentes de Argentina, "unos cereales que hasta ahora no se compraban al país latinoamericano porque los productos fitosanitarios utilizados en el tratamiento de sus producciones y el límite máximo de residuos exigidos incumplían las exigencias de la Unión Europea".

La comunidad subraya que los dos episodios encadenados que venimos sufriendo en los últimos años, como son la pandemia por la covid-19 y ahora un conflicto bélico del que se desconocen totalmente los derroteros que cogerá, "han puesto de manifiesto la vulnerabilidad y absoluta dependencia de Europa de terceros países, con los costes que ello supone, no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde la pérdida de vidas humanas. Ante esta situación los agricultores instan al Gobierno de España a que lleve a la Comisión Europea la ampliación del registro de los productos fitosanitarios que se puedan utilizar en la actividad agrícola para hacer más rentables las explotaciones, y contribuir así a reducir la dependencia del exterior. Así como se ha decidido que en Extremadura se pongan en producción casi 30.000 hectáreas de barbecho que estaban destinadas a superficie de interés ecológico, la comunidad insiste en que es precisa una revisión en profundidad de todas las exigencias medioambientales de la nueva PAC, puesto que la alimentación y la independencia productiva deberían priorizarse sobre determinados postulados ecologistas que se propugnan, sin que se pierda jamás el respeto al entorno natural y se vele por su cuidado y conservación".