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Soult (y XI)

Soult (y XI)

Arqueólogo

En resumidas cuentas. La batalla del Gévora se desarrolló así en su fase decisiva. Cruzados los ríos por los franceses, la acción comenzó mediante un vivo fuego de fusilería entre los tiradores de uno y otro lado. Los españoles estaban colocados fuera del gran cuadro formado por su infantería. La caballería ligera francesa --una parte de ella eran los famosos lanceros polacos distinguidos en Somosierra-- cargó contra los tiradores españoles y éstos se retiraron de modo desordenado y, al refugiarse en el cuadro, provocaron un gran desorden.

Una batería francesa de artillería ligera se situó a tiro de metralla de los infantes españoles e inició un fuego devastador, que aumentó la confusión. Y, en ese momento, cargó la división de dragones del general Latour-Maubourg. El cuadro se rompió y cada cual buscó la salvación donde pudo. Mendizábal consiguió refugiarse en Elvas con apenas un batallón de infantería y parte de la caballería. El resto de su tropas fue acuchillado por los franceses o cayó en sus manos. Al finalizar la batalla, pocas horas después, éstos habían capturado a más de 8.000 hombres y los franceses habían perdido sólo 50.

Entre los caídos españoles figuraba el general De Gabriel, muy conocido por haber realizado, en 1803, los famosos planos de la alcazaba de Badajoz, que tanta información aportaron sobre el estado del monumento. Por todo lo narrado la batalla del Gévora figura inscrita en el Arco del Triunfo de París, como una de las obtenidas por los ejércitos napoleónicos. Acabo la serie, aquí, por ahora. De Soult, el Patrimonio Artístico español y otros daños colaterales hablaré más adelante.

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