El II Encuentro por la Vida logra en 10 horas apenas 120 bolsas de sangre

Pasadas las 20.30 horas de la tarde se habían obtenido sólo 120 bolsas de sangre. La mitad correspondían a nuevos donantes, cuya captación era el verdadero objetivo del II Encuentro por la Vida, que se celebró ayer en el hotel Zurbarán, con actividades lúdicas en el parque de Castelar, impulsado por la Hermandad de Donantes de Sangre de Badajoz, Cruz Roja y la Plataforma del Voluntariado y la colaboración de una veintena de organizaciones sociales. Para el presidente de la hermandad, Martín González Carvajal, el resultado era "desesperanzador", como ocurrió el año pasado, cuando se consiguieron 220 bolsas. El objetivo que se marcaban ayer eran 300 donaciones, de los que 150 fueran nuevos.

Con esta iniciativa, que continuó hasta las once de la noche, se pretendía captar donantes en Badajoz, un medio reacio a este gesto solidario, en contraposición a la generosidad de los pueblos. La hermandad de Badajoz tiene 9.000 donantes y el medio urbano sólo representa el 17% del total de las bolsas que consigue la hermandad, cuando su población es la mitad de la del medio rural que atiende. La situación ha mejorado: hace 5 años se obtenían 800 bolsas al año en la ciudad y ahora están en casi 3.000, aunque para equilibrarse con los pueblos tendrían que superar las 5.000. "Parece como si ellos no fuesen a necesitar nunca sangre", decía González Carvajal, a pesar de que la realidad es que el 60% de la que se consume en el Infanta Cristina es para habitantes de Badajoz.

RELEVO El director del Banco de Sangre, José María Brull, aludió a la necesidad de provocar un relevo generacional, porque aunque ahora los hospitales están surtidos, puede haber problemas en 2 o 3 años porque la demanda es cada vez mayor.

Al hotel Zurbarán se acercaron la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara y muchos concejales del Ayuntamiento de Badajoz. Pereira confirmó que ella dona sangra habitualmente "aunque me da pudor hacerlo públicamente". La delegada señaló que ella es donante, entre otras razones, por "gratitud a los muchos donantes anónimos que con su gesto han podido garantizar que mi padre pudiera vivir unos años más". Por eso, Pereira animó a los ciudadanos a donar sangre "porque cuesta poco pero sirve de mucho". Fernández Vara hizo un llamamiento a los habitantes del medio urbano, que "deberían darse cuenta de que es necesario movilizarse, aunque sea sólo por tu propia seguridad, pensando en ti mismo, porque en la forma de vida que llevamos hay elementos notables de riesgo". Todos coincidieron en que lo importante no es donar un día, sino hacerlo periódicamente. "No el arranque en la solidaridad, sino la constancia en la generosidad", dijo el consejero.