El festival de teatro alcanza una ocupación del 65% en el López

El pasado 6 de noviembre finalizó el 36 Festival de Teatro de Badajoz y lo hizo con una cifra de espectadores similar a la del año anterior, 6.300, aunque en ésta edición, de los 15 espectáculos que formaban el programa, dos de ellos se representaron dos días consecutivos y con el aforo limitado a 120 y 150 personas, un hecho que hizo bajar la media de ocupación, que no obstante, ascendió a un 65%, "que es de las más altas de todos los festivales de España", explicó Miguel Murillo, director del festival y del teatro López de Ayala, donde tuvieron lugar las representaciones.

"Las cifras están muy bien, pero me importa más la presencia del público en el día a día y todo lo que ha ocurrido aquí", manifestó Murillo, quien destacó "las buenas sorpresas que hemos tenido, la solidez de 'Anomia', que ahora nos explicamos porqué se estrenó en el Centro Dramático Nacional y en Barcelona, y hemos visto este trabajo magnífico de María Luisa Borruel con una producción de aquí".

También a la actriz extremeña Ana Hernández, pacense, "que estuvo espectacular y demostró por qué recibió el Premio del Festival de Teatro de Ciudad Rodrigo". O "la guinda, una de esas obras que crean afición y que en el futuro podremos decir: ¿Te acuerdas cuando vimos a los uruguayos de Teatro de la Morondonga con su 'Bienvenidos a casa'?". Esa obra se representó en dos partes, una cada día.

MAESTROS Y EMOCIONES El director del certamen también destacó la presencia de "maestros como Juan Margallo; el duelo entre Angeles Martín y Blanca Portillo; otra obra impresionante, 'Paradero desconocido', con Juanjo Artero y Gloria Muñoz; y los más emotivo, que fue el homenaje a Leoni con la representación de la obra 'El nombre de la rosa'".

Para el director de la 36 edición del Festival de Teatro de Badajoz, es de una gran importancia el denominado Festival Joven, por la presencia de 150 alumnos de institutos de la ciudad con las entradas subvencionadas para siete funciones del certamen, por lo que supone renovar el público con espectadores jóvenes y críticos.

En la parte económica, Miguel Murillo señala que "no se puede hablar de rentabilidad económica porque somos un teatro público, el festival es público y está subvencionado; ha habido abonos a 30 euros para diez funciones", dijo. Pero "no es menos cierto que recuperamos el 50% de los gastos y eso con precios de hace años".