Primarias

TSte abrió la veda de las primarias y los socialistas están a la caza de avales para poder presentarse a unas elecciones de donde saldrán los cabezas de cartel para las próximas elecciones. Se juegan mucho.

En Extremadura ya está claro que Guillermo Fernández Vara, el actual secretario general del PSOE, será el único candidato a arrebatarle el gobierno a Monago. Los buenos resultados obtenidos en las europeas y las dotes políticas que Vara ha adquirido con el tiempo han logrado desactivar a los críticos, que haberlos haylos.

En Badajoz la situación es radicalmente distinta. Hasta tres aspirantes optan a arrebatarle el puesto a Celestino Vegas, el actual portavoz municipal. Es lo que tienen estos procesos de democracia interna en los partidos, que a la mínima que te descuidas, salen a la luz las divisiones internas.

Un concejal del grupo municipal, José Antonio Pajuelo, un presidente de una asociación vecinal, José María Soriano, un ambicioso militante que ya optó en el anterior congreso a secretario general y el actual líder de los socialistas pacenses, están estos días en campaña. Eso si, interna. Las más internas. Primarias cerradas. Sólo pueden pedir el apoyo de los 600 militantes. ¿Y los llamados simpatizantes?. Cuesta entender que los futuros votantes del Psoe no puedan elegir a quién les gustaría que fuera su alcalde. Casi tienen más sentido las primarias abiertas en pequeñas localidades donde la política se ejerce de forma más cercana.

No parece difícil que todos puedan conseguir los apoyos necesarios. Pero, salvo sorpresas, el verdadero partido se disputará sólo entre dos jugadores: Vegas y Cabezas. Uno controla el "aparato" y el otro responde al perfil de renovación generacional por el que apuesta el Psoe, además de haber recorrido ya este camino.

Uno ostenta la experiencia municipal, el otro llega limpio de derrotas electorales. Uno goza de foco mediático. El otro tiene la popularidad de la calle. La campaña será decisiva.

Los socialistas de Badajoz serán los que tengan que elegir en los próximos días a su líder, pensando probablemente, sabiendo que tendrá que aguantar banquillo.