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Carnaval 2016

Territorio murguero

Otras cinco murgas actuarán durante este noche de martes en el teatro López de Ayala. La segunda jornada de semifinales estará protagonizada por los Water Closet, Ese es el Espíritu, Los 3W, La Galera y Yo No Salgo

Territorio murguero

Como cada año, el López de Ayala se convierte en territorio murguero durante un par de semanas. Este martes llegaremos al ecuador de semifinales, y ya sólo faltará una jornada para que conozcamos el nombre de las murgas que tendrán el honor de subirse a las tablas del teatro el viernes de carnaval.

Water Closet

Los chicos de la murga los Water Closet llevan ya un puñado de ediciones en lo más alto de la clasificación del concurso. Y, cuando, año tras año, uno los contempla, tiene claro el porqué. Han dado con la fórmula de éxito y, como grupo, saben actuar de un modo muy compacto. Este año, han arriesgado con un tipo que tenía su peligro. Pero la jugada les ha salido bien, porque el público ha sabido captar la esencia de este proyecto en el que encarnan a dictadores de todos los tiempos. La caracterización de los personajes a los que interpretan está muy lograda. Y la escenografía, en la que presentan apenas unas banderas y un mapa del mundo, es austera, pero efectiva. Durante su actuación en preliminares, se sirvieron de los pasodobles para centrar la mirada en el propio carnaval. En el primero de ellos, reivindicaron la fiesta y criticaron a los totalitarismos, y en el segundo alabaron a la murga ganadora de 2015 y clamaron contra aquellos que pretenden enemistar a unos grupos con otros. Sus cuplés los dedicaron a bromear sobre la fiebre del running y al anuncio de la lotería de Navidad de este año. Tanto el estribillo como el popurrí, fueron aprovechados para continuar con el choteo del patetismo de los dictadores, de su afán por prohibir, de su carácter criminal y violento, etc.

Ese es el espíritu

Los 4E comenzaron su actuación de preliminares entre sombras, cantando melodías con un tono lúgubre. Pero, cuando les alumbraron los focos, pudo comprobarse que no iban de muertos vivientes ni nada tan sórdido. Y es que su tipo es bastante más inofensivo, porque van de esos monstruos imaginarios que, durante la infancia, nos aterrorizan. El plantel del grupo se reparte entre la interpretación de esos monstruos, y la encarnación de unos niños que no se asustan así como así. Eso sí, los monstruos dejan muy claro que se comerán a "todo aquel que se acueste temprano en carnaval". Dedicaron su primer pasodoble a defender a los animales y atacar a aquellos que los maltratan. En el segundo, mostraron su solidaridad con los refugiados y su disconformidad con la actitud de ciertos gobernantes y líderes religiosos. En sus cuplés, bromearon sobre la fiebre de gimnasio que aqueja a gran parte de la población y sobre las nuevas tecnologías y el uso que de ellas hacen los padres y madres. Su popurrí estuvo centrado, fundamentalmente, en sacarle partido al tipo, aunque también lo aprovecharon para introducir opiniones críticas con respecto a temas de actualidad.

Los 3W

Los 3W se estrenaron este año sobre las tablas del López de Ayala interpretando a un grupo de testigos de Jehová. En su presentación, definieron con humor al personaje que encarnan, y describieron socarronamente las situaciones en las que puede llegar a verse envuelto. Dos de sus componentes no dejaron de bromear, entre tema y tema, al estilo de Pimpinela, o sea, lanzándose pullitas para divertimento del respetable. Sus dos pasodobles fueron de homenaje, uno para el carnaval y otro para Extremadura. En los cuplés abordaron con humor algunas de las vicisitudes del mundo laboral. Y, también, se rieron a costa del mundo de las apuestas deportivas. En su estribillo, corto y directo, revelaron que van de testigos de Jehová porque no se atreven a "meterse con Alá". Finalmente, en el popurrí, continuaron sacándole punta al personaje al que interpretan. Nos contaron anécdotas sobre distintas etapas de su vida, sobre su forma de ser, y bromearon sobre temas tan diversos como la moda tecnológica de pilotar drones o la tendencia a buscar en google cada cosa que no se sabe. Su despedida fue emotiva, y estuvo cargada de referencias al tipo y a la pasión que este grupo oliventino siente por el carnaval pacense.

La Galera

Las chicas de la murga femenina La Galera volvieron a hacer alarde de voces en su actuación durante la sesión de preliminares. Tienen un timbre agradable, afinan bien y saben compactar perfectamente sus voces. Aparecieron ante el público del López de Ayala caracterizadas como unas chicas americanas, pero no contemporáneas sino de décadas atrás. Su escenografía recreó el típico café americano. En su primer pasodoble abordaron la terrible lacra de la violencia de género, y resaltaron algunas de las nuevas manifestaciones que está teniendo en la juventud a través de los teléfonos móviles. El segundo de sus pasodobles lo dedicaron a reseñar la falsedad de esos murgueros que, de frente, alaban las actuaciones, y, a las espaldas, las critican ferozmente. Dedicaron uno de sus cuplés a bromear comparando expresiones y palabras en inglés y en español. Su estribillo destacó por su armonía y finura. Y en el popurrí se definieron como "espías", cantaron sobre la fusión de las murgas Los Niños y Los Murallitas, sobre los Pujol, sobre el independentismo catalán, sobre Rajoy, etc. Su despedida fue emotiva y versó sobre el personaje que encarnan y sobre la magia del carnaval.

Yo no salgo

Los chicos de Yo No Salgo montaron una auténtica fiesta sobre las tablas. Interpretaron al carnavalero que sale el viernes de carnaval y no se recoge hasta el martes. Para ello, lucieron un atuendo estrambótico, colorido y carnavalero por los cuatro costados. Desde el primer minuto rodaron a máximo ritmo. En su primer pasodoble, se mostraron en desacuerdo con el modo en que participa el ayuntamiento en la fiesta carnavalera. En el segundo, fijaron su atención en Cataluña y el afán independentista de algunos nacionalistas. El primer cuplé se lo dedicaron al jurado del concurso, y el segundo al escándalo de las emisiones de Volkswagen. Su estribillo encerraba una crítica política más que evidente. Y en su popurrí, que fue tan anárquico y divertido como el resto de su actuación, trataron temas de todo tipo, desde los más locales, hasta otros puramente carnavaleros, y otros más vinculados con la actualidad nacional.

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