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en positivo

Ave vs convenciales

Hoy se reúnen el Presidente de la Junta con el Ministro de Fomento para tratar la situación de los ferrocarriles en Extremadura, se ven con la presión de la imagen del tren ardiendo y los viajeros caminando cargados con maletas por unos campos amarillos bajo un sol de justicia. Una imagen humillante que muestra con contundencia como seguimos siendo tratados por España en cuestión de conexiones. Son imágenes que hemos visto con anterioridad y casi con normalidad, pero parece que los extremeños empiezan a tomar conciencia de que esta situación es intolerable.

Se produce coincidiendo con la publicación del informe elaborado por la Asociación de Geógrafos Españoles en el que ponen de manifiesto que en los últimos veinticinco años se han despilfarrado en España 80.000 millones de euros en infraestructuras inadecuadas, de las cuales apenas 20 corresponden a Extremadura. También esta semana hemos conocido un demoledor informe del Tribunal de Cuentas Europeo en el que se cuestiona como se han empleado casi 50.000 millones en la red de AVE y se insta a que se priorice la red básica europea.

Ante estas informaciones sobre los desmanes en las infraestructuras de AVE y la situación de los trenes convencionales de Extremadura, no han faltado voces, incluso desde la región, cuestionando el AVE del Sudoeste Ibérico como si estas inversiones fuesen la causa de la situación del tren en la región. Y no debemos permitir tal relación. La mejora de la red convencional de Extremadura no es alternativa a la de Alta Velocidad, sino que por el contrario las razones de la situación de ambas son las mismas y el impulso de las inversiones en ambas son complementarias y sinérgicas.

La Línea de Alta Velocidad de Extremadura forma parte de la Red Europea de Transportes que une Lisboa con Madrid con el resto de la red, es la de menor coste de España y probablemente la segunda con mayor actividad. Las líneas convencionales tienen un objetivo distinto, son complementarias de la anterior y llevan sin el mantenimiento adecuado desde hace décadas. No hay contradicción entre unas y otras. Plantearlas forma parte del mismo juego que nos ha llevado a la situación actual. No entremos en la trampa. Ambas son necesarias y urgentes.

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