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EL PSOE CREE "UNA VERGÜENZA QUE BADAJOZ SEA REHÉN DE UN ULTRA SIN ESCRÚPULOS"

Vélez pone a prueba al próximo alcalde para mantener su estatus

El concejal no adscrito exige saber su papel en el futuro gobierno antes de dar su apoyo a Gragera, que resta importancia a sus amenazas y le garantiza que seguirá con sus responsabilidades

Vélez pone a prueba al próximo alcalde para mantener su estatusAYUNTAMIENTO DE BADAJOZ

Queda exactamente un mes para que se produzca el relevo en la alcaldía de Badajoz y el concejal no adscrito, Alejandro Vélez, cree que ya es hora de dejar bien atado su futuro, el de su asesor y el de su auxiliar administrativo en el ayuntamiento. Vélez compareció ayer para reclamar a quien aspira a asumir la alcaldía, Ignacio Gragera, de Ciudadanos, que le explique cuál va a ser su papel en el nuevo gobierno, pues sin conocer cuáles son sus proyectos no puede «participar» en el pleno de investidura. Según dijo, sería «una irresponsabilidad» comprometer su voto sin conocer cuáles son los planes del próximo alcalde para la ciudad, aunque lo que más le preocupa es su propio futuro.

Hay que recordar que el voto del concejal no adscrito es fundamental para que se produzca el relevo en la alcaldía y cumplir así el acuerdo de alternancia alcanzado al inicio de la legislatura entre el PP y Ciudadanos. La corporación está integrada por 27 concejales. El PP y Ciudadanos suman 13, los mismos que el PSOE con Unidas Podemos. La decisión de Vélez marca el desempate, aunque PP y Cs parten con la ventaja de que el ex de Vox no dejaría gobernar a la izquierda. En caso de empatar, sería alcalde el candidato del partido que más concejales tiene, es decir, el socialista.

Vélez compareció ayer para comunicar su postura «sobre el futuro de nuestro ayuntamiento». Recordó que hace dos años se iba a votar a sí mismo porque en las negociaciones previas no hubo acuerdo con ninguna formación política. La misma mañana del 15 de junio de 2019 recibió una llamada de su partido (Vox) porque se había firmado un acuerdo nacional para apoyar las investiduras de alcaldes del PP, lo que facilitaría a Vox entrar en los gobiernos municipales de forma proporcional al resultado electoral. Accedió y votó «sin más» la candidatura del PP, que había llegado a un acuerdo de alternancia con Cs.

Posteriormente se negociaron sus competencias (las concejalías de Limpieza, Parque Móvil y Pedanías) y otros acuerdos, entre los que se incluía la creación de una jefatura de servicio para los poblados, para coordinar las prestaciones desde el ayuntamiento matriz a las ocho pedanías. Dos años después, este compromiso no se ha cumplido y éste es el motivo por el cual el concejal no adscrito vota en contra en los últimos plenos de acuerdos que necesita sacar adelante el equipo de gobierno.

Respecto al relevo en la alcaldía, Vélez reprochó a Gragera que no se haya puesto aún en contacto con él ni lo haya llamado para explicarle cuál va a ser el modelo de ayuntamiento y el proyecto que tiene pensados para la ciudad «y cuál es el encaje de mi concejalía en estos planes, si es que existe alguna planificación». Este es el quid de la cuestión y el motivo de las dudas de Vélez y hasta que no sepa cuáles son esos plantes, no decidirá el sentido de su voto.

Ignacio Gragera, en una imagen de archivo.

Pero estas advertencias (no era un ultimátum, según Vélez) no preocupan a Gragera. Al menos es lo que expresó ayer tras conocer las declaraciones del concejal de cuyo voto depende. El futuro alcalde declaró que a estas palabras «no hay que darles mayor importancia» porque no ve ningún problema de aquí al 15 de junio. Reconoció que no solo se va a «sentar» con el concejal no adscrito, sino que se tienen que reunir todos porque aunque hablan «habitualmente» de otras cuestiones, es verdad que no lo han hecho de este tema en concreto. Respecto al papel que pueda jugar Vélez en el nuevo gobierno dejó caer que hará lo que le pida. Gragera expresó su confianza en que Vélez «quiera seguir aportando a la ciudad de Badajoz» y «si quiere seguir sumando al proyecto de ciudad va a poder seguir haciéndolo porque en sus delegaciones está haciendo un buen trabajo y tendrá la oportunidad», al tiempo que subrayó que no tiene «ningún tipo de queja» de su labor.

REHÉN / La declaración de intenciones de Vélez a estas alturas no fue bien recibido por el grupo socialista. «Es una vergüenza que Badajoz sea rehén de un ultra sin escrúpulos», declaró el portavoz municipal del PSOE, Ricardo Cabezas, a través de un comunicado. Cabezas lamentó que «la llave» de la vida municipal la tenga «un aprovechado y mercenario de la política» y que Vélez «supedite su apoyo al mantenimiento de sus privilegios y de sus dos compinches fachas». Para los socialistas, lo ocurrido ayer fue «una demostración de poder, de hacerse notar y de poner de rodillas al resto de la derecha» y vaticinaron que «esto se repetirá periódicamente». El portavoz del PSOE consideró «evidente que Gragera no es el candidato a alcalde de Vélez, que preferiría que continuase Fragoso o un nuevo mirlo blanco del PP».

Aunque ya sabían los socialistas, según su nota, que no habría ningún «terremoto» tras las palabras del concejal no adscrito. «Gragera tragará con lo que haga falta, pues su filosofía no va más allá del aquí no pasa nada», remató el PSOE. 

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