El juicio por el crimen del bar JM de Badajoz en Navidad de 2019 comienza este lunes en Badajoz

Cuando falta poco más de un mes para que se cumplan tres años del crimen del bar JM de Badajoz, el autor confeso de la muerte del joven de 27 años Jonathan. F. H., se sienta desde este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Badajoz para ser juzgado por estos hechos, que ocurrieron el día de Navidad de 2019.

El procesado, J. M. M. C., está acusado de acabar con la vida de la víctima de tres disparos y de tratar de matar al primo de esta. La fiscalía pide para él por los delitos de asesinato, tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas una pena de prisión de 35 años, que las acusaciones particulares, ejercidas por Fernando Cumbres y Tania Ruiz, elevan hasta los 38 años y 9 meses la petición de cárcel. Ambas partes solicitan una indemnización de 280.000 euros para la hija del fallecido que tenía 6 años cuando murió su padre), la madre y las hermanas de este.

La defensa, a cargo de Enrique González de Vallejo, pide que su cliente sea juzgado por homicidio, lo que conllevaría una rebaja sustancial de la condena. En caso de que se califique como asesinato, el letrado solicita que sean tenidos en cuenta los atenuantes de miedo insuperable, intoxicación, obcecación, confesión y reparación del daño.

Además de al autor confeso de la muerte de s Jonathan. F. H, la Audiencia de Badajoz también juzgará a un amigo suyo, M. A. L. C., acusado de encubrimiento (presuntamente colaboró en la limpieza del bar tras el tiroteo) y amenazas con arma blanca contra el primo del fallecido. En su caso, la fiscalía solicita un año de prisión, las acusaciones particulares cinco y su defensa, la absolución.

En la causa por la muerte de este joven había cinco implicados inicialmente, pero las partes pactaron la condena para dos de ellos (el padre del procesado por asesinato y una mujer acusada de esconder el arma) y se retiraron los cargos que pesaban sobre el hermano del principal imputado.

La vista por esta causa estaba señalado inicialmente para el pasado 4 de mayo, pero se suspendió por enfermedad de los abogados del imputado por encubrimiento. 

En la primera jornada del juicio, que está previsto que se prolongue hasta el próximo 22 de noviembre, se realizará la selección de los miembros del jurado popular y, una vez conformado (por 9 personas y dos suplentes), comenzarán las declaraciones. Los primeros en ofrecer su testimonio ante los magistrados serán los dos acusados, y tras ellos declarará como víctima el primo del joven fallecido.

Hechos que se juzgan

Según el escrito del ministerio público, el fallecido y su primo, que conocían desde la infancia al autor de los disparos y su familia, estuvieron el día de Nochebuena en el bar JM hasta las diez de la noche, al que volvieron sobre las seis de la mañana del día de Navidad. Cuando llevaban una hora dentro consumiendo alcohol, J. M. M. C., cogió una pistola (marca Sig-Sauer de 9 milímetros Parabellum) y «sin mediar palabra y de forma sorpresiva» se dirigió hacia donde se encontraban las víctimas, disparando a Jonathan F. H. en tres ocasiones, «con el objeto de asegurar y culminar su propósito sin que la víctima tuviera posibilidad de defenderse». El primer tiro impactó en el hombro, el segundo en el codo y el último afectó al corazón, hígado y riñón, provocando una hemorragia que causó su muerte a las 7.30 horas.  El fiscal sostiene que, también con el «fin de quitarle la vida», el acusado encañonó al primo del fallecido, pero el arma se encasquilló y no pudo dispararle. Las imágenes de lo sucedido quedaron recogidas en la cámara de seguridad del establecimiento y se visionarán durante el juicio.

Tras disparar, J. M. M. C. arrojó el arma al suelo, que recogió un tercero y sacó del local, pero el inculpado la recuperó y se le entregó a una mujer, que la ocultó en un solar próximo, donde fue hallada por la policía. El primo del fallecido se refugió en la casa de una vecina de la zona, desde donde se avisó a la policía de lo ocurrido. El autor de los disparos llamó horas después al 091 para confesar el crimen.