Camellos, superhéroes y cazadores en Badajoz

Sus Majestades recorren las calles de la capital pacense con 14 carrozas, una de ellas, de la Federación Extremeña de Caza, con polémica

La diosa Diana ha presidido la carroza de Fedexcaza.

La diosa Diana ha presidido la carroza de Fedexcaza. / Andrés Rodríguez

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Todo depende del color del cristal con el que se mire. Lucía y su familia habían encontrado un hueco holgado en la avenida de Entrepuentes, en el tramo en el que la Cabalgata de los Reyes Magos en Badajoz discurre en silencio, para que los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) puedan disfrutarla. Abría la comitiva la carroza de Pepa Pig, seguida del Libro de la Selva, el castillo de los cuentos, la Bella y la Bestia, Dragon Ball, los superhéroes de Marvel, el trenecito, Toy Story y la comparsa Caribe con los músicos. Tras el pasacalles de las hadas de colores sobre zancos con ruedas ha llegado la carroza preparada por la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), una novedad de esta edición, la única que no decora la empresa contratada por el ayuntamiento y que ha sido objeto de polémica.

Los cazadores con la figura gigante de un jabalí.

Los cazadores con la figura gigante de un jabalí. / Andrés Rodríguez

El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, ha defendido por la mañana la presencia de esta carroza temática, «muy respetuosa con todas las sensibilidades». Gragera ha alegado que la actividad cinegética no es ilegal y es importante para la economía regional y local. Desde Fedexcaza, por su parte, han justificado que se trata de una forma de «llegar a la sociedad general» y se han mostrado orgullosos del resultado, según su presidente, José María Gallardo. En el montaje han invertido 17.000 euros.

La carroza de la caza.

La carroza de la caza. / Andrés Rodríguez

La carroza de la diosa Diana se ha detenido delante de Lucía y de su familia. Su comitiva portaba carteles que detallaban que era Diana, la diosa de la Caza, la que ocupaba el trono y que el grupo que la seguía estaba integrado por monteros, rehaleros, arqueros y miembros de Jocaex (Jóvenes Cazadores de Extremadura). Uno de los cazadores ha sacado un blíster de jamón que ha ofrecido a sus compañeros. Lucía, que tiene 8 años, ha observado la carroza y le ha gustado. «Me encanta», ha dicho sincera, «Veo unos renos, también unos cuantos perros y una mujer sentada en una silla». No ha creído que desentonase con el resto de la Cabalgata. Lucía no sabía que era una carroza dedicada a la caza. No se había fijado en los carteles. «La verdad es que no tenía la menor idea», ha contestado. En realidad, lo que Lucía ha llamado renos eran ciervos y los perros, de rehala. A la madre de Lucia, Mónica, sin embargo, no le ha entusiasmado. «No es mi estilo», ha señalado, y además no le ve relación con la Navidad. Mónica solo ve «la caza» y «no me gusta nada la caza, porque no creo que en esta época haya que andar matando animales salvajes, y no me gusta que esté en la Cabalgata, está fuera de lugar».

Enfrente, un grupo entre el público ha aplaudido a los cazadores. «Esos son los que matan a los renos», le ha explicado un padre a su niña, que llevaba en brazos, y que posiblemente no entendía qué le está contando. «Le he dicho a mi hija que son malos, obviamente le voy enseñando desde pequeña». La comitiva no llevaba armas ni animales, salvo las figuras de la plataforma y un gran jabalí en el pasacalles. En ese tramo iba en silencio, pero al inicio del desfile y de nuevo al entrar en Santa Marina, los rehaleros pudieron hacer sonar sus caracolas. «Parecen vikingos», describía Juanma, que estaba siguiendo la Cabalgata.

Lanzamiento de caramelos.

Lanzamiento de caramelos. / Andrés Rodríguez

Detrás de la diosa Diana desfilaba la carroza del Portal de Belén, seguida de la de Correos y, a continuación, poniendo ritmo a la comitiva, los chicos del grupo Christmas Swing Show, tocando y cantando villancicos con un ritmo pegadizo. Los escoltaba la Guardia Civil de Tráfico, que daba paso a las carrozas de Sus Majestades, que han recorrido Badajoz con sus camellos de llamativas vestiduras. Terciopelo azul para el de Melchor, rojo para Gaspar y amarillo para el de Baltasar, que no ha dejado de lanzar caramelos y confeti a un lado y a otro. «¡Caramelos, caramelos!, gritaba una pandilla al paso de cada carroza. Algunos los recogían en bolsas y mochilas, que iban llenando. «Mira Aarón, ahí tienes otro», señalaba una madre a su hijo para que recogiera un caramelo de la acera.

Los Reyes Magos, a su llegada a la estación de tren, con la concejala de Cultura y el alcalde de Badajoz.

Los Reyes Magos, a su llegada a la estación de tren, con la concejala de Cultura y el alcalde de Badajoz. / Andrés Rodríguez

Los Reyes Magos habían llegado puntuales a la estación de tren a las 16.30 horas y antes de subir a sus tronos saludaron a las familias que los estaban esperando. Gaspar fue el más rezagado, porque es el que más se ha detenido con los niños. El tiempo ha acompañado y el sol de la sobremesa ha subido la temperatura. El recorrido ha estado lleno de gente desde primera hora. Tras el tramo silencioso, la cabecera de la comitiva ha entrado en la avenida Santa Marina, con las aceras y terrazas abarrotadas. Los camioneros tocaban el claxon para avisar de su llegada y empezaron a sonar de nuevo los villancicos, con destino al paseo de San Francisco.

La comparsa Caribe ha puesto música en directo.

La comparsa Caribe ha puesto música en directo. / Andrés Rodríguez

Melchor es aclamado a su llegada.

Melchor es aclamado a su llegada. / Andrés Rodríguez

Gaspar abraza a una niña emocionada.

Gaspar se hace una foto con una niña emocionada. / Andrés Rodríguez

Baltasar saluda a la cámara.

Baltasar saluda a la cámara. / Andrés Rodríguez