En positivo

Badajoz 2030

Antonio García Salas

Antonio García Salas

Ya han pasado las elecciones municipales y el pueblo ha hablado. Aunque tengamos todavía tres meses por delante de nuevas elecciones, de negociaciones y constitución de gobiernos a lo que se unen las vacaciones estivales, pero el pasado 28 de mayo hubo una declaración popular de inmensa trascendencia para los próximos cuatro años y no debe perderse más el tiempo. Con seguridad a muchos no les gustará la decisión inapelable manifestada, pero las reglas democráticas deben respetarse y defenderse como uno de nuestros mejores activos. Hay ahora cuatro años por delante para centrarse en construir un futuro mejor, y cuatro años pasan muy rápido. No se puede perder más tiempo.

En Badajoz se han vivido las dos últimas legislaturas con grandes inestabilidades, lo que ha impedido dedicar las energías a lo grande y a lo pequeño, absorbiendo demasiada atención las guerras propias y externas. Ahora de nuevo el Ayuntamiento de Badajoz recupera la estabilidad, que con seguridad la inmensa mayoría reclamaba, y eso abre grandes posibilidades de acción. Vivimos tiempos de cambios permanentes y grandes turbulencias. Es imposible prever o asegurar  los escenarios de futuro, incluso los más inmediatos. No podemos saber con qué nos encontraremos en el 2030, pero si podemos trabajar para poder disponer de un escenario de futuro mucho mejor. Si echamos una mirada atrás, podemos perfectamente identificar líneas de trabajo que estaban previstas en la ciudad y con gran consenso social hace veinte años y no se han conseguido rematar. Si ya se hubiesen concluido ahora podríamos dedicar los esfuerzos a nuevos y más ambiciosos retos. Como ejemplos citaré algunos: la Plataforma Logística y disposición de suelo industrial, la línea ferroviaria de alta velocidad entre Lisboa y Madrid, la rehabilitación del Casco Antiguo, con el Campillo como principal referente, la Alcazaba y las murallas, las autovías con Cáceres y Zafra, la Ronda Sur, el quinto puente urbano, la eurociudad o la plena recuperación del río Guadiana hasta su conexión con Alqueva. Hay muchas más, pero todas estas se iniciaron en época de Celdrán y continuaron con Fragoso,estando todavía en ejecución. Ahora iniciamos una nueva etapa con el liderazgo de Ignacio Gragera. Cuatro años por delante para rematar tantos retos pendientes, pero sobre todo para pensar  e impulsar ese Badajoz del futuro que tanto necesitamos. Hay que solucionar los muchos problemas diarios, pero es también necesario en estos cuatro años generar una visión colectiva e integradora del Badajoz del 2030, que aúne esfuerzos, ilusiones y voluntades públicas y privadas, que retenga y atraiga población, que de sentido y alma a la ciudad y a su futuro, y en la que los jóvenes deseen vivir y se identifiquen. Cuatro años pasan muy rápido y no debe perderse más tiempo.