LOS HECHOS OCURRIERON EN LA LOCALIDAD PACENSE DE HIGUERA DE VARGAS EN MAYO DE 2022

Condenado a 7 años de cárcel por disparar y herir a un vecino durante una romería

La Audiencia Provincial de Badajoz, tras un acuerdo entre las partes, le impone 6 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y 1 año por tenencia ilícita de armas

La fiscalía y la acusación particular solicitaban inicialmente 17 años, al considerar al procesado autor de un intento de asesinato

El condenado, este lunes, en la Audiencia Provincial de Badajoz.

El condenado, este lunes, en la Audiencia Provincial de Badajoz. / LA CRÓNICA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Siete años de prisión. Es la pena que la Audiencia Provincial de Badajoz ha impuesto a un vecino de 47 años de la localidad pacense de Higuera de Vargas acusado de disparar con un revolver y herir a otro el 14 de mayo de 2022, durante la romería de San Isidro. Tras un acuerdo entre las partes, el tribunal ha dictado este lunes una sentencia de conformidad, en la que se condena al acusado a 6 años de cárcel como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y a otro año más de privación de libertad por tenencia ilícita de armas. En el primero de los delitos, concurre la atenuante de reparación del daño, puesto que el procesado ha consignado el importe total de la indemnización que se solicitaba por las lesiones y secuelas de la víctima, algo más de 26.700 euros.

La fiscalía y la acusación particular pedían inicialmente 17 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa, que han modificado a intento de homicidio, con lo que la pena se ha rebajado de 15 a 6 años de cárcel, mientras que por la tenencia ilícita de armas se ha pasado de 2 años a 1. Asimismo, el tribunal ha impuesto al condenado la prohibición de tener y portar armas durante 4 años y la libertad vigilada durante otros 3, tiempo en el que no podrá acercarse ni comunicarse con la víctima. Además, deberá someterse a un tratamiento de deshabituación de sustancias tóxicas. El hombre se encuentra en prisión preventiva desde que fue detenido al día siguiente de los hechos.

La acusación particular, que ejerce Beatriz Giberteau Hernández, ha destacado que el acuerdo ha sido posible "gracias a la presión" de esta parte y la fiscalía, que ya habían intentado alcanzar previamente un pacto previamente, sin éxito. "Estamos conformes, mi cliente está satisfecho y esto no tenía más recorrido. Se podía haber conseguido antes, pero tristemente no ha sido así", ha señalado la abogada, quien ha reconocido que el deseo de su representado es cerrar este capítulo tras casi dos años.

El juicio por estos hechos se iba a celebrar el pasado 24 de enero, pero la ausencia del arma utilizada para realizar los disparos, que la defensa solicitó que estuviera presente en la sala durante la vista, obligó a aplazarlo. El revolver se encontraba en Madrid, donde había sido enviado para su análisis. Este lunes ya estaba en la Audiencia Provincial de Badajoz, pero la conformidad ha evitado el juicio y, por tanto, no ha sido necesario exponerla.

"Esta parte está muy satisfecha con el acuerdo y ha sido un éxito rotundo, porque se ha pasado de 17 años a 7 de prisión", ha valorado la abogada del procesado, Aurelia Martín del Viejo, del despacho de abogados de José Duarte. La defensa siempre ha mantenido los hechos no eran constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, porque no existió alevosía, fue una discusión "sobrevenida" y su representado se encontraba bajo los efectos del alcohol y otras sustancias estupefacientes cuando disparó.

Los hechos por los que ha sido condenado tuvieron lugar en la finca La Cañada, donde se celebra la romería en honor a San Isidro. Según el escrito del fiscal, el acusado y el perjudicado mantuvieron una discusión, durante la que llegaron a agarrarse y zarandearse. Tras la disputa, el primero se marchó del lugar para regresar a los pocos minutos con un arma corta -un revolver Arnibus del calibre 22-, con la intención de acabar con la vida del denunciante. Así, se acercó a la víctima y desde el turismo en el que iba, y "a muy corta distancia", lo encañonó de "forma sorpresiva".

El disparo provocó un orificio de entrada, pero no de salida, es decir, se quedó alojado a la altura de la clavícula, donde aún permanece, pues no se le ha podido extraer. El impacto provocó una herida de un centímetro, que requirió tratamiento médico-quirúrgico. Estas lesiones han dejado cicatrices en el cuerpo de la víctima, quien además, según el fiscal, padeció un trastorno depresivo y de ansiedad a causa de este episodio, que «limitan de forma parcial» el desarrollo de sus actividades habituales.

La defensa ha insistido este lunes en el arrepentimiento del condenado "desde el primer momento" y en su colaboración con los investigadores, pues llevó a la Guardia Civil hasta la parcela donde tenía el arma utilizada.