El futuro instituto de Cerro Gordo en Badajoz cambia de ubicación

El instituto de Cerro Gordo no se construirá en los terrenos que en octubre acordaron la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Badajoz, cerca de la autovía, debido a las servidumbres que condicionan una de las parcelas, la calificada como zona verde, que se tenía que unir a la de uso educativo para que la Consejería de Educación dispusiese de los metros cuadrados necesarios. Finalmente, el instituto se levantará al otro lado del barrio, en terrenos de uso deportivo que lindan con la calle Baluarte de Santiago con pendiente hacia la antigua carretera de Madrid, en la zona norte.

Para poder levantar en estas parcelas el centro educativo, se requiere una modificación puntual de ordenación detallada del Plan General Municipal (PGM), que se lleva mañana a la Comisión informativa de Urbanismo y se aprobará el próximo miércoles en el pleno ordinario. La tramitación podría resolverse en siete meses, según calcula el concejal de Urbanismo, Carlos Urueña.

En mayo se cumplirán dos años desde que el entonces presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, anunció que Cerro Gordo tendría instituto de Secundaria. Por primera vez el gobierno regional satisfacía una antigua reivindicación de los vecinos de este barrio. Desde entonces la búsqueda de terrenos que se adapten a las necesidades de esta infraestructura ha sido el principal escollo para que avance el proyecto.

La consejería pedía 16.000 metros cuadrados, que no existen en una única parcela educativa en todo el barrio, a pesar de ser de nueva creación. El ayuntamiento ofreció una que tiene este uso con una superficie de 11.100 metros cuadrados, a la que se podía unir una zona verde aledaña de 4.700 metros cuadrados. Había que cambiar el uso de este suelo. La Junta quería que se hiciese modificando el PGM y el ayuntamiento defendía que el procedimiento sería más rápido si se cambiaba el Proyecto de Interés Regional (el PIRcon el que se creó Cerro Gordo). Ganó el criterio de la Junta. Pero aparecieron servidumbres en la zona verde: un gasoducto y la red de saneamiento aguas pluviales de la autovía A-5. Había que determinar si suponían un impedimento para construir el instituto. En octubre, con el gobierno del PP, la consejería y el ayuntamiento concluyeron que el gasoducto no interfería en el proyecto.

No se volvió a saber nada de la ubicación hasta que en el orden del día de la Comisión de Urbanismo se ha introducido la modificación del PGM para cambiar el uso de dos parcelas deportivas que suman 17.000 metros cuadrados. Suficientes, por lo tanto. El ayuntamiento ya barajó esta opción, que requerirá un muro y relleno porque estas parcelas tienen una pendiente transversal de 20 metros.

Urueña señala que en los terrenos que inicialmente asignaron detectaron «afecciones», no solo el gasoducto, también una vía pecuaria y el encauzamiento del arroyo de Los Rostros. Además, al tratarse de una zona verde la modificación del PGM era estructural, que requiere una tramitación más complicada. Las ventajas de la nueva ubicación es que carece de afecciones y el terreno es más amplio, apunta el concejal. En compensación, la parcela de uso educativo pasará a deportiva.