La bandera de Sinforiano en Badajoz vuelve a romperse quince días después de ser repuesta

Puede que esté todavía en garantía, pues no ha soportado ni quince días la misión para la que vino al mundo. La bandera de España que ondeaba en la glorieta de Herrera Pombo, en la avenida de Sinforiano Madroñero de Badajoz, se ha vuelto a romper por efecto del viento y el agua que azotan los últimos días la ciudad debido a la borrasca Nelson.

La tela se rasgó el pasado Miércoles Santo por dos de los extremos, en la parte superior e inferior. Hoy sábado el mástil ya está desnudo, se supone que como paso previo a colocar una bandera nueva.

La enseña nacional que lucía en esta rotonda fue colocada el pasado 12 de marzo, tres días después de que amaneciese rasgada, también como consecuencia de las fuertes rachas de viento que sufrió Badajoz la noche del sábado anterior y que dejaron una huella más que apreciable en la tela, que amaneció rota.

El Ayuntamiento de Badajoz tardó solo tres días en reponerla, pero ha durado poco, con lo que hay ciudadanos que ya están sugiriendo en las redes que cambie de proveedor o que opte por una tela más resistente a los temporales.

La glorieta de Herrera Pombo luce una gran bandera de España desde hace 14 años. En este tiempo ha sufrido distintas vicisitudes, siempre por efecto de la climatología adversa. La bandera rojigualda se colocó en esta rotonda cuando Badajoz acogió los actos del día de las Fuerzas Armadas en mayo de 2010, con la visita de los entonces reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y los príncipes Felipe y Letizia. Fue una donación del Ministerio de Defensa al ayuntamiento.

Se rompió el mástil

En octubre de 2020, otro fuerte viento partió por la mitad el mástil y el ayuntamiento tuvo que retirarlo y volver a colocarlo. Tardo más de seis meses. La enseña nacional de nuevo ondeó en su rotonda en mayo de 2023. No duró entera ni un año.

En la recolocación del mástil, el ayuntamiento decidió reforzar la base de hormigón donde se asienta el nuevo, con 16 metros de altura y más grosor que el anterior. La reposición de la bandera se retrasó más de lo previsto porque el primer presupuesto que se solicitó a una empresa especializada ascendía a 15.000 euros y solo incluía el mástil, una cantidad que el equipo de gobierno consideró excesiva, por lo que buscó otra opción. Finalmente, se adjudicó a la empresa Cubillana el suministro e instalación por 11.500 euros.

Cuando se rompió el mástil, la bandera quedó tendida sobre el césped de la glorieta y la recogió un ciudadano, para evitar que alguien se apropiase de ella o pudiera sufrir desperfectos y se la entregó a la Policía Local.

El mástil permanece en pie desde entonces. Pero no ha podido cumplir su función ininterrumpidamente, porque ya han sido dos las ocasiones en las que la bandera que lo justifica ha tenido que ser retirada porque el tejido con el que está confeccionada no aguanta el exceso de ímpetu de las borrascas.