Carreras por la inclusión

"Si todos viviésemos en un mundo TEA sería un mundo mejor"

La familia de Fátima, una niña de 6 años con autismo, cuenta cómo ha cambiado su forma de ver la vida gracias a ella

El II Cross Solidario Badajoz Inclusivo reúne en el parque del Guadiana a casi 700 mayores y niños que quieren dar visibilidad a esta "condición"

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Al pasar por debajo del puente de Palmas, un grupo de amigos los saludan desde arriba y ellos responden orgullosos de sentirse tan arropados. La vida en la familia Lozano Huertas gira en torno a Fátima y Fátima es el centro de sus vidas. Fátima cumplirá 6 años en mayo y tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Se dieron cuenta cuando era muy pequeña. Un poco antes de los 2 años. "Andaba de puntillas, el aleteo de las manos, no te miraba a la cara, no respondía al nombre, todo suma y al final nos dieron el diagnóstico", cuenta su madre Fátima Huertas. ¿Cómo lo asumió la familia? "Al principio no se asume -apunta el padre, Juan José Lozano- de hecho, no llegas a enterarte de lo que te está ocurriendo hasta que pasa el tiempo y te vas dando cuenta de que sus gestos y lo que hace no es por ser niña, sino que será una condición de por vida".

Su otro hijo, Álvaro, de 12 años, lo interrumpe: "Yo diría que no es una discapacidad, sino que tienen más capacidad e inteligencia de lo que se piensa". Álvaro reconoce que ha tenido que aprender a relacionarse con su hermana "pero la verdad es que no ha sido nada raro". Ha sido fácil porque Fátima "es una niña muy inteligente y muy cariñosa". Tanto, que se siente "muy orgulloso de ella". Sus amigos y sus compañeros ya saben qué es el autismo. Álvaro coincidió dos años en el colegio Nuestra Señora de Bótoa con su hermana "donde la conoce todo el mundo", apunta su madre.

Fátima es tranquila. "Ella nos está enseñando mucho a nosotros, muchas cosas -destaca su padre- porque te das cuenta de que en su mundo no tienen maldad ni dobles intenciones, hacen las cosas de corazón, cuando la vemos en el parque y algún niño le hace algo, ella se lo toma como un juego, no como una ofensa, otro se molestaría o lloraría, ella no se lo toma a mal", explica su padre. "Muchas veces pienso que si todos viviésemos en un mundo TEA sería un mundo mucho mejor".

No ocultan que "a veces es difícil, el día a día, porque son niños con muchas manías, es entenderlos". Pero agradecen toda la ayuda que reciben, las terapias y la labor de Apnaba. "Las terapeutas son ángeles caídos del cielo, son especiales", explica su madre. Los padres han recibido mucho asesoramiento psicológico, "porque nadie está preparado para cuidar de un niño así", dice el padre. "Vas aprendiendo a la vez que ellos", añade la madre.

Carrera solidaria

Juan José, Fátima, Álvaro, su hermana y su primo Diego han acudido este domingo al parque de la margen derecha del Guadiana en Badajoz para participar en las actividades en torno al II Cross Solidario que organiza la asociación de padres de personas con TEA Badajoz Inclusivo, con el lema 'La inclusión está en tus manos'. Otros familiares también participan con el dorsal 0 porque no han podido acudir. "Nuestra familia siempre apoya esta causa por que a nosotros nos afecta directamente y queremos más visibilidad, pues es muy desconocido tanto a nivel escolar como a pie de calle".

Participantes en la caminata por la inclusión.

Participantes en la caminata por la inclusión. / Andrés Rodríguez

De hecho, Juan José reconoce que "para nosotros era también desconocido hasta que nos ha tocado, digamos, y cuando te toca es cuando te das cuenta de que esto hay que apoyarlo al cien por cien, pues vivimos en una época en la que hay que cambiar la manera de pensar". ¿En qué sentido?. "Pues que el autismo no es una enfermedad como muchos piensan, es una discapacidad". "Tampoco, es una condición", le corrige la madre.

"Hasta que todo el mundo no lo conozcamos, no sabremos tratar a estos niños como merecen en realidad y es difícil porque hasta lo es para los profesores, no todos están especializados, de hecho vas a un parque de atracciones y cuando comentas que la niña tiene autismo, la respuesta es que no se pueden hacer cargo de ella, porque no saben cómo tratarla". Es un problema de "desconocimiento", señala el padre de Fátima. "Los niños con autismo no son estándar, todos no son iguales, es lo primero que se tiene que saber, cada uno es de una condición, aunque todos tengan TEA".

Conocerlos y dar visibilidad a esta "condición" es el objetivo del II Cross Solidario Badajoz Inclusivo que se ha celebrado esta mañana con la participación de casi 700 adultos y niños.