La octava milla de la familia Rodríguez en Badajoz

Lola ya corría la San Romilla cuando era pequeña y alumna de la Escuela Virgen de Guadalupe de San Roque. El circuito entonces discurría por la carretera de la Corte. La prueba se perdió y, tras muchos años sin celebrarse, hace ocho se recuperó. Lola ya no iba al colegio, estaba casada y tenía hijos, pero se volvió a calzar las zapatillas para completar la milla y arrastró al resto de la familia Rodríguez. Ya no participa como corredora, pero sí como voluntaria. En representación de los Rodríguez, corrió el pequeño de la casa, Carlos. Su marido Juan Carlos, su hija Lucía, que ahora también es voluntaria, y su hijo mediano, Jaime, tampoco han faltado nunca. La de este domingo era su octava milla.

"Es una carrera familiar, nos encantaba que fuera en San Roque, porque era la mítica milla urbana del colegio. Por circunstancias ajenas a la organización se tuvo que trasladar al paseo del río, pero hemos seguido viniendo igual", cuenta.

En la VIII edición de la San Romilla se han inscrito 435 corredores entre las ocho categorías: desde la 'baby runner' hasta la absoluta. Como la familia Rodríguez, otras muchas acuden para mantener la tradición y compartir un día de deporte con los suyos. Es el caso de Manolo Reina, que ayer completó los 1.609 metros de la prueba junto a su hijo Manuel, que fue alumno y es profesor de la Escuela Virgen de Guadalupe este curso, y la novia de este último, Alicia Correa. "Es el colegio de mis hijos y siempre que podemos participamos", dice Manolo.

Las categorías con más participantes han sido la absoluta, seguida de la 'baby runner', con más de un centenar de pequeños. La San Romilla no solo atrae a corredores de San Roque, sino de toda la ciudad y hasta de Portugal. "Vienen atletas amateurs, pero con un nivel alto", ha destacado Antonio Barril, coordinador de la Escuela Deportiva Virgen de Guadalupe, organizadora de la prueba.

El vínculo con la escuela y su carácter familiar son seña de identidad de la San Romilla, que como valor añadido tiene su carácter solidario: todos los beneficios obtenidos con la venta de dorsales, camisetas y las papeletas de la rifa se destinarán íntegramente a la oenegé Entreculturas Extremadura, que empleará estos fondos en los proyectos educativos que promueve en países en vías de desarrollo.

La Escuela Deportiva Virgen de Guadalupe ha contado con la colaboración de Puertatrece, Entreculturas y otras empresas e instituciones. Entre todos, según destaca su coordinador, logran que esta sea una multitudinaria jornada deportiva y solidaria, en la que se involucran hasta 56 voluntarios durante meses.

El grupo Batala ha sido el encargado de poner la banda sonora a la prueba con sus tambores. Además, se han instalado estands, un photocall con atrezzo para que los participantes se lleven una foto de recuerdo y ha habido actividades y animación infantil.

La organización también ha tenido el apoyo de Cruz Roja y Protección Civil.