Solidaridad pacense

Gévora se vuelca con la familia que perdió su casa tras un incendio en Bótoa

Los vecinos de la pedanía se han movilizado para ayudar a los afectados por el fuego en su vivienda en una urbanización cercana a la ermita de la copatrona

Amigos de la familia reparan el inmueble

Un matrimonio de Badajoz entrega varias bolsas con ropa a Sonia Romero para la familia afectada en el incendio.

Un matrimonio de Badajoz entrega varias bolsas con ropa a Sonia Romero para la familia afectada en el incendio. / Santi García

Jonás Herrera

Jonás Herrera

Los vecinos de Gévora vuelven a demostrar su solidaridad ayudando, en esta ocasión, a la familia que perdió su vivienda en la urbanización ubicada en las traseras de la ermita de Bótoa. A través de la red social Facebook y mediante mensajes de Whats App se han movilizado para cubrir las necesidades de los afectados por el incendio del pasado 26 de abril en el que falleció una mujer de 82 años. 

Sonia Romero tiene 47 años, es de Gévora y amiga de la hija de la fallecida. Dos días después del suceso sintió la necesidad de colaborar de alguna forma pero no supo cómo. «El sábado pasado entramos en la vivienda para vaciarla y ver qué se podía salvar. Está todo inservible», contaba Romero, que explicaba que «hasta las perchas que estaban en los armarios estaban derretidas». Romero pensó que las redes sociales podrían ser las herramientas perfectas para llegar a más personas. En contacto con Petri Samino, delegada del alcalde en la pedanía de Gévora decidieron publicarlo en Facebook y lanzarlo a través de un grupo de difusión en Whats App para intentar solucionar una situación muy compleja. 

"Se están volcando"

Pocas horas después de lanzar la petición de ayuda habían conseguido reunir muebles para el salón, la cocina y dos dormitorios. También los electrodomésticos, lámparas y distinto equipamiento para poder volver a vivir en el domicilio siniestrado. Romero reconoce que "la gente se ha volcado completamente".

Esta vecina de Gévora trabaja en una pequeña tienda de ropa de bebés en la pedanía, Dulce Noa, lugar que convertido en centro neurálgico de la solidaridad. A lo largo de la mañana de este miércoles decenas de personas se han acercado para colaborar. La mayoría han querido hacerlo de manera económica con pequeñas aportaciones, "si todos colaboramos algo se puede hacer", decía una de las vecinas, Ana María Sosa, que recuerda que "siempre que se necesita Gévora se implica".

Y otra de las vecinas de la pedanía solidaria es Mercedes Romero, acudía con su madre, ambas han contribuido y animaban a que otros hicieran lo mismo: «Igual que les ha pasado a ellos, nos puede pasar a cualquiera, por eso hay que ayudar». 

"No tienen techo"

Quien está viviendo de cerca esta oleada solidaria es María José Díaz, tiene una peluquería junto a la tienda de Sonia Romero y conoce a la familia afectada desde hace mucho tiempo. Díaz recalca que «no tienen techo, ni electricidad», por ello colaborará en lo que sea necesario y, sobre todo, difundiéndolo entre las clientas de su negocio. Esta peluquera divulga esta acción solidaria y ya empieza a ver sus frutos, sus suegros Valentina León y Antonio Rocillo ya han colaborado. Este matrimonio llegó desde Badajoz con varias bolsas de ropa: "Hemos traído ropa de hombre porque nos han dicho que se han quedado sin nada", cuenta Rocillo.

Aunque todo se inició en Gévora, Valdebotoa también se ha sumado a la iniciativa. A través de Talleres Trejo, se está canalizando la ayuda que llega de los vecinos de esa pedanía. Algunos de sus vecinos han donado muebles, camas, persianas, mesas y sillas. Juani Sachez es la que ha querido trasladar la idea de su vecina Sonia a la pedanía más cercana a la ermita de Bótoa.

Mucho trabajo por delante

Aún queda equipamiento del hogar que necesitan obtener, como elementos de menaje y Romero reconoce que «sería una gran noticia que alguna empresa donara materiales de electricidad y de construcción» para acometer las reformas que necesita la casa.

Por el momento, no han reunido físicamente los enseres donados. Lo harán cuando reparen el inmueble. «Queremos conseguir una furgoneta o camión pequeño para llevarlo todo en un mismo día», explica la amiga de la familia.

Y es que el círculo más cercano de los afectados se está empleando a fondo. Desde hace unos días, varios amigos reparan la vivienda cada tarde. «Ahora están tirando los techos, porque muchos de ellos se han derrumbado y lo próximo es limpiar y pintar las paredes», explica Romero.

Además, asegura que aquellos que quieran colaborar pueden hacerlo acercándose a la tienda Dulce Noa en Gévora.

Un trágico accidente

En la mediodía del 26 de abril se produjo el incendio en una vivienda de una urbanización cercana a la ermita de Bótoa, en él falleció una mujer de 82 años y dos varones se vieron afectados. El marido de la fallecida recibió el alta a las pocas horas del suceso. El otro varón, de 59 años e hijo de la víctima mortal, resultó herido con quemaduras en manos y cara, principalmente. Tras evacuarlo en helicóptero al Hospital Universitario de Badajoz y tras el alcance de sus heridas decidieron trasladarlo al Hospital de Getafe (Madrid), en cuya Unidad de Grandes Quemados permanece ingresado desde el mismo día de los hechos.Durante este tiempo lo han mantenido en la UCI debido al alcance de sus heridas. El entorno de la familia asegura que en podría salir de la UCI en las próximas horas.