Fútbol. Segunda Federación

Un ‘Ángel’ de corazón blanquinegro

El icónico ex utillero del Badajoz Ángel Cuenda ‘Angelito’ afirma que «se sintió muy emocionado» por el homenaje que su equipo le realizó el pasado domingo antes del duelo ante el Getafe ‘B’ 

«Si el equipo consigue salvarse, será gracias a la afición», comenta convencido 

‘Angelito’ Cuenda, durante el homenaje recibido este domingo en el Nuevo Vivero.

‘Angelito’ Cuenda, durante el homenaje recibido este domingo en el Nuevo Vivero. / Andrés Rodríguez

Luis Rollano

Luis Rollano

Incluso en los tiempos más convulsos y difíciles, el fútbol a veces puede brindar una sonrisa. Y es que el Badajoz, en mitad de su crisis deportiva, a las puertas de un nuevo descenso y en mitad de un galimatías institucional difícil de descifrar, rindió homenaje a uno de sus grandes iconos de los últimos tiempos. Ángel Cuenda, ‘Angelito’, ha pasado más de un cuarto de siglo en las entrañas del club de sus amores para que todo estuviera a punto. A día de hoy, ya no trabaja como empleado del club debido a un problema de salud que sufrió hace poco más de un año. Pese a ello, la entidad blanquinegra le ha dejado seguir residiendo en su casa, que se encuentra dentro del estadio. El pasado domingo, en los prolegómenos del choque ante el Getafe B, recibió un homenaje muy especial por una trayectoria en blanco y negro. «Sentí mucha emoción. Me puse muy contento de volver a ver al Badajoz aquí en casa. Fue un día especial para mí», declara.

El cambio de rol no ha sido fácil ni sencillo para él. El propio Angelito habla sin tapujos y dice que no todo ha sido de color de rosas durante este tiempo. «Aunque sigo viviendo en el Nuevo Vivero esta temporada me he perdido muchos partidos por lo mal que he estado», comenta. Y es que, además de todas las dolencias físicas que ha padecido, también ha tenido que vivir un duro periodo de adaptación en lo anímico. «He estado habituado a levantarme temprano y preparar las cosas para los jugadores para que fueran a entrenar y ahora cuando lo recuerdo me siento un poco triste», apunta. Eso sí, al mismo tiempo puntualiza que su estado de salud ha mejorado con respecto a los últimos meses. tranquilidad y calma. Y es lo que estoy haciendo. Me pusieron un tratamiento y ahora me encuentro muy bien», detalla. A día de hoy, su rutina ya no consiste en lavar camisetas, preparar material o supervisar la ropa de entrenamiento. Por ello, ha tenido que acostumbrarse a otro tipo de hábitos fuera del estadio. «Siempre que puedo, voy a casa de mi hijo y ayudo en lo que puedo. Así me distraigo un poco», explica.

Angelito, durante el saque de honor el pasado domingo.

Angelito, durante el saque de honor el pasado domingo. / Andrés Rodríguez

«Una afición de diez»

El reencuentro con Angelito fue el único reducto de felicidad que vivió el respetable del Nuevo Vivero el pasado domingo. Y es que es una persona con la que guardan una relación de profundo afecto y respeto que es correspondida por el antiguo miembro del staff blanquinegro. «Si el equipo consigue salvarse este año, será gracias a la afición. Esta afición está siempre con el equipo. Nunca lo dejan tirado. Es una afición de diez», asevera emocionado.

Y es que el que fue considerado como «su gran día» no fue correspondido con un buen resultado por parte del equipo. El empate –que estuvo a punto de ser una derrota– deja al Badajoz en una delicada posición y muy tocado de cara a la permanencia. Y esto es algo que afecta al ánimo del propio Cuenda. «Tengo pena de ver al equipo así. A ver si mejora y si salva. Sería lo que más alegría me daría», admite. No obstante, el que ha sido protagonista silencioso durante tantos años, y al que desde la grada blanquinegra han dedicado ese cariñoso «De la mano de Angelito, la vuelta al mundo vamos a dar», se muestra optimista en este tramo final, pese a que las sensaciones y los números del equipo parezcan decir lo contrario. «A pesar de que el equipo está mal, puede salvarse. Tengo confianza. Los jugadores van a sacar al equipo para adelante», concluye. 

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