Los agentes identifican a 78 menores en riesgo de sufrir violencia vicaria en Extremadura

Son la cara más vulnerable de la violencia machista. Los niños y niñas que sufren a diario las consecuencias del maltrato hacia sus madres. Son también víctimas de una lacra que no cesa, que tiene nombre propio cuando se hace daño a los menores para hacer sufrir a la madre: violencia vicaria y que se ha agudizado de forma alarmante este 2024.

En lo que va de año han sido asesinados en España siete menores de edad a manos de sus padres maltratadores (o las parejas de la madre). Ninguno de los fallecidos superaba los diez años de edad. Esos siete casos son un número que bate todos los récords negativos desde que se contabilizan los datos (2013) y que convierte ya este 2024 en el peor año de la historia (solo en 2017 se superó la cifra con ocho menores asesinados en todo el año). Dos niñas fueron envenenadas con pesticidas por su padre en una localidad de Almería y los otros cinco asesinatos se han registrado en Cataluña. El último caso, el pasado martes en el Prat de Llobregat (Barcelona) donde, según las primeras investigaciones, un hombre mató a sus dos hijos mellizos de 8 años y a su pareja de 43 y se suicidó al lanzarse a las vías del tren.

290 menores vulnerables

Agredir e incluso matar a los hijos es una manera de maltratar y causar dolor a sus madres y es una forma de violencia de género que se conoce como violencia vicaria. Y es un riesgo real que sufren en estos momentos 78 menores en Extremadura, que viven con protección policial. De estos, nueve están catalogados en ‘riesgo alto’ de sufrir violencia, 69 se encuentran en ‘riesgo medio’ y ninguno de ellos tiene ‘riesgo extremo’, según los últimos datos del Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (Sistema VioGén), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Pero además, las fuerzas de seguridad tienen identificados a un total de 290 menores en situación de vulnerabilidad en Extremadura. 

Estos niños y niñas incluidos en el Sistema VioGén son ‘fichados’ por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado cuando, al analizar el riesgo en el que se encuentra su madre, han detectado una combinación de indicadores que apuntan a que la violencia ejercida por el agresor sobre la mujer podría extenderse también a personas cercanas, especialmente hacia los menores que tiene a su cargo. Pero para eso tiene que haber una denuncia previa de la mujer, que alerta de la situación de violencia que vive en el hogar y es cuando se lleva a cabo la valoración del peligro para la madre, por lo que esta cifra de menores en riesgo podría ser solo la punta del ‘icerberg’ de esta lacra social. De hecho, en el caso de los mellizos de 8 años asesinados en el Prat de Llobregat (Barcelona) junto a su madre no constaba denuncia previa. 

Esos 78 menores extremeños que están en riesgo de sufrir violencia de género se incluyen en los 1.431 que se encuentran en la misma situación en el conjunto nacional, donde Extremadura destaca como la octava comunidad con más casos. Regiones más pobladas como Castilla y León, Castilla-La Mancha o Aragón cuentan con menos niños y niñas en situación de sufrir violencia vicaria que Extremadura con 59, 46 y 19 casos respectivamente. Del total de los menores en peligro en España, 159 están en riesgo alto, 1.264 en riesgo medio y ocho se encuentran en situación de riesgo extremo. Incluyendo los siete últimos casos de ese año, 57 menores han sido asesinados por sus padres o las parejas de sus madres por violencia vicaria entre 2013 y 2024 en España.