Almendralejo

Almendralejo ama a San Marcos

Miles de romeros participaron del camino de San Marcos este jueves con el acompañamiento de 48 carrozas en la romería

Romeros portando y acompañando a San Marcos.

Romeros portando y acompañando a San Marcos. / R. Morán

San Marcos es una de esas fiestas que ama cualquier almendralejense. Es tradición, amistad, cordialidad y una manera de unir una identidad clara. San Marcos une en un momento primaveral que representa la forma de ser del almendralejense. 

Un año más, miles de romeros decidieron acompañar el santo en su tradicional camino desde San Roque hasta la ermita. Acompañaron hasta 48 carrozas, todas engalanadas y decoradas para la ocasión, algunas de ellas con música interior y buen ambiente durante todo el recorrido.

Como novedad este año, San Marcos fue portado a hombros de miembros de la hermandad y vecinos. Fueron haciendo relevos por turnos, completándose el camino sin problemas. 

Durante el trayecto no faltaron las coplas habituales de cada 25 de abril, los dulces, el ibérico de la tierra y las botas de vinos rulando por toda la marabunta de personas. Durante el propio camino se establecieron puestos de agua para avituallamiento y se hicieron varias paradas para ayudar también a las personas mayores. Acompañaron muchos vecinos saliendo de sus casas y chalés para saludar a los romeros y, en algunos casos, dejar caer un dulce que otro por el camino.  

Una vez en la ermita, el santo se posicionó para ver el baile de la agrupación folclórica Tierra de Barros, justo antes de la misa oficial por San Marcos. Fue otro de los momentos bonitos, con la presencia de la corporación municipal y del alcalde, que volvió a recordar que «San Marcos es algo muy especial para esta población. Da igual el día en el que caiga que siempre se celebra con alegría y muy buena predisposición. Es una fiesta que nos gusta y que tenemos que conservar».

Acompañó el buen tiempo a lo largo del día, aunque a primera hora se vieron chaquetas y camisas de manga larga porque frío hizo mella, especialmente en los más pequeños.

Menos gente de lo habitual en el entorno de la ermita. Esto confirma que San Marcos se disfruta mucho durante el camino, pero cada vez es más común que las fiestas se desplacen a chalés y casas de alrededores. Entre amigos.