El Museo de Bellas Artes de Badajoz seguirá abierto durante la obra con el 50% de su colección

El Museo de Bellas Artes de Oviedo lleva años en obras y no se ha cerrado, como tampoco lo hizo el Prado cuando Rafael Moneo construyó el cubo. Los museos no suelen cerrar a no ser que resulte realmente imposible y eso mismo va a suceder con el de Bellas Artes de Badajoz (Muba), donde se prevé que lleguen las máquinas los próximos días para iniciar los trabajos de ampliación, que se prolongarán durante los próximos dos años. Lo que se va a hacer es mantener abierto el 50% del museo. El director del Muba, Román Hernández Nieves, reconoce que va a ser complicado "porque es como seguir viviendo en casa con los albañiles". Aunque necesariamente habrá que descolgar obras, que no se van a guardar, sino que se mostrarán en dos exposiciones itinerantes.

El Muba está formado en la actualidad por dos inmuebles unidos por un patio, con accesos por las calles Duque de San Germán y Meléndez Valdés. La obra de ampliación afectará a tres edificios, dos de ellos nuevos (un solar con fachada por Duque de San Germán y otro local por Francisco Pizarro) y el actual de Duque de San Germán. Por eso, el museo seguirá funcionando con las estancias de Meléndez Valdés. Esta parte, que continuará siendo visitable, está formada por tres plantas que acogen la mitad de la colección expuesta, todas ellas obras del siglo XX.

Con la otra mitad de la colección, alrededor de 120 cuadros que estaban colgados en dos plantas, se prepararán exposiciones itinerantes, tanto fuera como dentro de Extremadura. "Eso es lo que hacen todos los museos cuando tienen su colección permanente desmontada, difundirla fuera", apunta el director.

El museo está en contacto con entidades financieras y patrocinadores. Se realizará una selección de 60 obras para sacarlas fuera de la región y el resto de mostrará en exposiciones itinerantes por Extremadura, previa solicitud de los ayuntamientos. Para ello habrá que comprobar que la sala donde se expongan los fondos reúna unas condiciones adecuadas de conservación y de seguridad. "No podemos llevarlos a cualquier sitio", remarca Hernández Nieves.

Hay una decena de obras que no se pueden mover porque son depósitos del Museo del Prado.

De momento, ya han alquilado un local en Meléndez Valdés, donde antes funcionaba Reto, al que se han trasladado las dependencias administrativas (despachos y oficinas) y el taller de restauración.

El comienzo de las obras es inminente. Lo primero que se hará será colocar una gran grúa en el patio y empezar los trabajos por dentro y lo que se vaya derribando se sacará por Duque de San Germán.

Hasta final de año se podrán seguir utilizando las salas que tienen entrada por Duque de San Germán (donde antes estaban los despachos), en las que se va a exponer una importante colección de cerámica contemporánea, procedente del Taller Escuela de Muel (Zaragoza), integrada por 30 piezas que han sido premiadas.

Otra muestra ya preparada es la dedicada al pintor de Badajoz José Rebollo López, que supone la puesta en valor de este artista y que se tendrá que colgar en la primera planta de Meléndez Valdés. La recopilación de estos cuadros, que se mostrarán entre enero y marzo, ha supuesto casi dos años de trabajo.

La rehabilitación del edifico de Meléndez Valdés formaría parte de una segunda fase de ampliación que aún no está definida.