Las instalaciones llevan décadas abandonadas

El Museo de la Ciencia de Badajoz quiere poner en uso la Fábrica de la Luz con fines divulgativos

El edificio es propiedad del ayuntamiento, que lo adquirió hace un año a Endesa

El museo aspira a volver a convertirlo en una central hidráulica y de promoción de otras energías limpias

Imagen de archivo de la Fábrica de la Luz y el Molino de los Moscoso.

Imagen de archivo de la Fábrica de la Luz y el Molino de los Moscoso. / S. GARCÍA

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Ha transcurrido más de un siglo desde que empezaron a funcionar las turbinas que generaban electricidad aprovechando el caudal del Gévora en su unión con el Guadiana. Las ruinas de la antigua Fábrica de la Luz siguen en pie y el Museo Extremeño de la Ciencia y la Tecnología proyecta volver a poner en uso estas instalaciones como planta hidroeléctrica con fines didácticos. Así lo expuso ayer su director, Alfredo Álvarez.

La Fábrica de la Luz y el Molino de los Moscoso son propiedad desde hace un año del Ayuntamiento de Badajoz, que adquirió a la Endesa ambas edificaciones junto al Canal de los Ayala, y la parcela donde se ubica, de 6.800 metros cuadrados, por un precio simbólico de 3.000 euros.

Muchas han sido las ideas que se han cernido sobre estas construcciones abandonadas y ninguna ha fraguado. Como ejemplo, cuando el ayuntamiento adquirió ambas edificaciones, el alcalde, Ignacio Gragera, anuncio la rehabilitación del Molino de los Moscoso para convertirlo en centro de interpretación de especies ornitológicas y subacuáticas de la Zepa del Guadiana. Incluso se reservó una partida de 770.000 euros con cargo a la estrategia Dusi, que finalmente se descartó en favor de otras actuaciones en el parque del río.

En aquel momento Gragera mostró su disposición a ceder la Fábrica de la Luz al Museo de la Ciencia, que se había constituido meses antes, en noviembre de 2022.

La central de Fuente Nueva

El director del museo recordó que siempre ha sido un objetivo rehabilitar, ocupar e reinstalar la central hidráulica de Fuente Nueva que había en los años 30 del siglo pasado en la Fábrica de la Luz y que funcionó poco tiempo porque el río la arrastraba. Se desmanteló la hidráulica y en la planta más alta se habilitó una central térmica que estuvo funcionando un par de décadas. Después el edificio permaneció en uso como subestación para distribuir la energía eléctrica, que ya no volvió a generarse en estas instalaciones.

"Podría abastecer los jardines de las márgenes del río para iluminación y riego"

Lo que pretende ahora el museo es volver a convertir este edificio en central hidráulica, instalando una turbina y un generador, como elemento divulgativo. El director apuntó que tienen trabajos fin de grado de la Escuela Ingeniería Industrial que han calculado la energía que podría generar este tipo de central y, con el desagüe del Canal de los Ayala, se podrían abastecer los jardines de las márgenes del río, la iluminación y el riego. La idea sería abrirlo al público y, «a la larga», complementarlo como un centro divulgativo de generación de otras energías limpias (eólica y fotovoltaica).

En este contexto, el museo va a desarrollar en mayo unas jornadas de patrimonio industrial dedicadas a la antigua central de Fuente Nueva. Se celebrarán durante dos días: el primero en Badajoz y el segundo en Estremoz, donde existe el Museo de Ciencia Viva en un antiguo convento.

El Museo de la Ciencia de Badajoz sigue pendiente de una sede. El ayuntamiento tiene previsto cederle una parte del ala en bruto del edificio del teatro López de Ayala. Tendrían que acometer obras previstas en el último Plan de Impulso, pero aún no se ha licitado el proyecto.