entrevista / Lola Santos y Sonia Mesías, gerentes de LO DE LOLA

«La idea era montar un negocio para estar con mi gente»

Segundo premio Jurado Técnico

Lola Santos y Sonia Mesías, gerentes del establecimiento.

Lola Santos y Sonia Mesías, gerentes del establecimiento. / Santi García

Irene Rangel

Irene Rangel

Este establecimiento tiene una energía especial. Capitaneado por Lola y su mantra ‘solo sirvo lo que yo querría que me sirvieran’, estos desayunos con nombre de deporte dejan buen sabor de boca literal y figuradamente. Tras la barra Sonia, una mujer de interminable simpatía, sirve los desayunos junto al colegio Maristas. Ambas se esfuerzan por regalar a sus clientes un ratito de alegría en la vorágine diaria.

Precio: 3.80 euros

Propuesta de desayuno de LO DE LOLA.

Propuesta de desayuno de LO DE LOLA. / Santi García

- Tu bar lleva tu nombre pero no puede tener una historia más colaborativa.

Esto es un proyecto de todas, de mis siete amigas, de Las Gavilanas. Si las hubieras visto ayudarme a montarlo… es que no me faltó una mano. Para mi este negocio es un sitio de reunión, al final. Yo quería montar un negocio en el que pudiera estar con mi gente, donde el tiempo que esté lo pase bien. La hostelería es la hostelería, sí, pero aquí viene mi familia y se sienta a pasarlo bien, así que haces vida social además de estar trabajando.

-¿Por eso tienen nombre de actividades deportivas tus tostadas?

Exacto, en honor a las niñas. Tenemos la Burpee, el ejercicio que nadie quiere hacer en el gimnasio, y por eso esa tostada lleva de todo y la que más rica está, la que más se vende. También tenemos la Squad, la Press, la Plancha o la Tábata, por ejemplo. Hay familias del vecindario que vienen cada fin de semana y se piden una distinta porque quieren probarlas todas, son tostadas con mucha elaboración.

-En el concurso de desayunos os habéis llevado, además del segundo premio del Jurado Técnico, una mención al Mejor Servicio. ¿Es importante para vosotras?

Desde el principio. Este sitio empezó con una compañera que después se tuvo que ir y después pasaron por aquí dos chicos que no funcionaron, por eso llegó aquí Sonia. No lleva mucho pero funciona tan bien que ya nos hemos asociado. Tenemos muchas ganas de hacer las cosas bien y también cosas nuevas. Para nosotros aún estamos empezando.

- Empezasteis solo dando desayunos y después habéis ido incorporando más servicios. ¿Sigue siendo la primera comida del día vuestro plato fuerte?

Claro, nosotros empezamos solo sirviendo desayunos, que era la idea. Después incorporamos las bifanas todos los sábados porque pensamos que no es fácil comer buenas bifanas sin salir de Badajoz y aquí se hacen como las portuguesas. Más tarde metimos algo de comida rápida pero casera, sin comprar nada prefabricado. Sin embargo, el desayuno para nosotros es lo más importante, y más en Badajoz. Todos hacemos desayunos pero a la hora de la verdad no muchos le ponen un cuidado exquisito. A mi no me gusta ‘que me echen de comer’, me gusta que me den de comer, y eso es lo que queremos hacer. Aquí hasta te puedes pedir una bifana para desayunar.

- ¿En qué se traduce esa calidad de la que hablas a la hora de servir la tostada y el café?

Mira, aquí podemos tardar algo más en preparar una tostada, pero se hace con todo el agrado y mucho cuidado del detalle. No por tener prisa te la voy a poner mal, es al revés. Nosotras tenemos mucho salmón, mucho aguacate, mucha decoración. Son tostadas muy elaboradas y a pesar de que lo tenemos todo mecanizado, no es lo mismo que untar una tostada de cachuela y ponerla en un plato.

- ¿Qué oferta de alérgenos tenéis en carta?

Todo lo que ofrecemos aquí es sin gluten. Pidas lo que pidas en este establecimiento, no lleva gluten. Tenemos un cuidado excesivo. También ofrecemos productos sin lactosa.

- Vuestro local está a la sombra de un colegio. ¿Fue duro el fin del curso escolar para un negocio recién empezado?

Que va, hemos tenido un verano fantástico, especialmente el mes de julio. Es que nuestro cliente es distinto, no busca una tostada rápida para seguir trabajando sino sentarse tranquilamente, así que es un lugar muy apto para el que está de vacaciones. Nosotros sacamos unos 80 desayunos diarios.

HISTORIA DEL LOCAL

UNA HISTORIA DE AMISTAD PROPICIÓ LA CREACIÓN DE ESTE BAR

Lo de Lola abrió sus puertas el pasado marzo a pesar de que ya llevaba más de un año gestándose en la cabeza de su creadora. «Tengo un grupo de amigas, Las Gavilanas, con las que quedo para hacer deporte y desayunar todos los viernes. Alguien del grupo es celiaco y no era tan sencillo como parece desayunar bien, así que se me ocurrió montar algo». Juntas encontraron el local y hasta el nombre, «aquí no faltó ninguna a preparar, limpiar ni a colocar el negocio». Todas sus tostadas tienen nombre de deporte en honor a Las Gavilanas, que ahora desayunan en Lo de Lola cada semana.