Las típicas raciones de Badajoz se vuelven tostadas en la margen derecha

Han llegado con toda la intención no solo de quedarse sino de convertirse en un fijo en los desayunos de la margen derecha del Guadiana. El equipo de El Viñedo, con amplia experiencia a sus espaldas, son un aval para ello: sus camareros vuelan por la sala y la terraza sacando desayunos sin perder comba. «Si el año tiene 365 días, nosotros gastamos 365 jamones», dicen.

Precio: 4.30 euros

-  ¿Por qué un bar que se quiere especializar en carnes decide dar desayunos?

La zona lo requería. En la avenida de Elvas y alrededores hay muchas oficinas y sin embargo, hay poca gente que de desayunos. Lo que hemos hecho ha sido traernos parte de la carta de desayunos de La Bodega, el local con el que todo empezó y que da más de 500 desayunos al día, al Viñedo.

- ¿Cuántos desayunos dais al día?

De detrás de esta barra pueden salir unas 180 tostadas los días de diario. Cada día gastamos también aproximadamente 4 kilos de migas, nuestros clientes las piden muchísimo.

- Y entre toda vuestra variedad, ¿cuán es la favorita?

La de jamón. Con cualquier base, pero que lleve jamón. Si el año tiene 365 días, nosotros gastamos 365 jamones. La del concurso -una tostada donde predominaba el ajo tostado- también ha salido muy bien.

- ¿Tener un buen jamón es necesario en Badajoz?

Es importantísimo, sin duda. Nosotros tenemos un cebo alto que hace que sea una de las tostadas estrella. Al pacense no lo puedes engañar con un mal jamón, es preferible tenerlo bueno y que quede contento para que así repita.

- Y volviendo a la tostada que presentasteis al concurso de desayunos de este año, ¿cómo se os ocurre llevar una salsa que normalmente acompaña a las carnes hasta las tostadas?

Mira, va sobre una base de tomate confitado con aromas de limón. También lleva rulo de cabra y chips de bacon, cebolla caramelizada y, por último, ajo tostado. Encaja todo perfectamente. La han pedido muchísimo y, además, ya está creada la idea, así que se va a quedar fija en la carta diaria. Habrá que ver cómo ajustamos los precios porque el concurso tenía un tope de coste, ahora tenemos que verlo.

- ¿La gente se mira el bolsillo en Badajoz a la hora de pagar el desayuno?

Aquí no hay problema. La gente lo que quiere es desayunar bien. Sin importar el precio. Tenemos una, por ejemplo, con tomate, tortilla o huevo, bacon y jamón o lomo a elegir. Son las especiales. La gente viene y lo paga, porque vienen a desayunar fuerte. Nosotros tenemos hasta un desayuno de huevos fritos con bacon bien contundente.

-  Lo que no tenéis entonces vosotros son clientes que se pidan cosas ligeras, ¿no?

Alguno hay, algún tradicional que se pide la media de aceite. Nosotros, el equipo, desayunamos en la casa porque empezamos a trabajar a las 7 horas de la mañana. Entre nosotros hay quien pide tomate o paté, incluso cachuela porque es nuestra y es buenísima. Tenemos para todo.

- ¿Tocará techo el salir a desayunar en Badajoz?

No. Aquí siempre hemos salido mucho a desayunar pero es que cada vez hay más afición porque no es solo la tostada, es el ratito. A nosotros nos viene hasta gente de fuera, de pueblos, para desayunar aquí porque hay más costumbre. También personas de otras capitales que se sorprenden de lo que es esto.

- ¿Tenéis ya clientes fijos?

Claro. Kiko, por ejemplo, toma a diario una leche manchada y tomate con jamón. Los sábados, sin embargo, toma vegetal con york. Como él, son muchos a los que vemos entrar por la puerta y ya sabemos lo que van a pedir y hasta sus rutinas. Ese ‘hacerse de la familia’ es muy importante para tener éxito. Los domingos, sin embargo, la clientela cambia. Desayunan aquí antes de ir al mercadillo, por ejemplo. En 14 meses que llevamos tenemos aquí clientes asiduos. Es que hacemos ‘atención al cliente’, que parece que se está dejando de llevar pero como nosotros somos ‘de los antiguos’, lo llevamos a cabo.

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