Mitin del PSC en Tarragona

Zapatero reivindica el "patriotismo democrático" y agradece a ERC y Junts el apoyo a Sánchez

El expresidente del Gobierno vincula PP y Vox con el franquismo y el machismo, y alerta de que quedan 48 horas para lograr la continuidad del presidente y catapultar a Illa hacia la Generalitat

Sara González

"Estamos aquí, y estamos también en Ferraz", ha arrancado diciendo el expresidente José Luis Rodríguez de Zapatero en el mitin del PSC en Tarragona. Un acto electoral de Salvador Illa, pero sin Salvador Illa, que se ha ausentado momentáneamente de la campaña catalana para acudir a la sede del PSOE y pedir a Pedro Sánchez que no dimita, que piense en la "estabilidad" del Gobierno y en el escenario de que él pueda ser presidente de la Generalitat. Con el encargo de ejercer de cabeza de cartel, Zapatero ha levantado la bandera del "patriotismo democrático" y ha agradecido el apoyo tanto de ERC como de Junts al presidente ante la "ofensiva" que sufre él y su familia.

Su pronóstico, ha dicho, es de "esperanza" tras ver la movilización en Madrid, que ha pedido que se mantenga y que sea "sistemática" porque por delante hay 48 horas de plazo para lograr que Sánchez se quede y que Illa se catapulte como president de la Generalitat.

"Esto cuenta en la vida, porque demuestra cómo eres y que sabes agradecer", ha dicho en referencia a la empatía mostrada por los independentistas pese a la contienda electoral y las diferencias de proyecto, pero también al hecho de que los socialistas recojan la cooperación sembrada. En cambio, ha cargado duro contra la derecha, a la que ha vinculado al franquismo y al machismo. "Nada bueno se ha logrado en la historia con el odio, la inquina y la deshumanización y destrucción del contrario", ha espetado.

Una "ofensiva indigna"

Ante la denuncia que el colectivo de ultraderecha Manos Limpias ha presentado contra Begoña Gómez, esposa de Sánchez, se ha dirigido directamente al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, y le ha preguntado que si lo que pretende es que "las mujeres de los presidentes no trabajen". De hecho, lo ha inquirido sobre si él mismo se quedaría en casa si la candidata fuera su esposa. "Hay que tener cuajo para discutir la violencia machista", ha remachado.

E incluso se ha cobrado facturas pasadas cuando ha dejado caer que los obispos que salieron a manifestarse cuando se aprobó la ley del matrimonio igualitario cuando él era presidente podrían salir ahora a defender la familia de Sánchez. Zapatero se ha recreado en todas las movilizaciones convocadas por la derecha desde las elecciones del 23 de julio del año pasado, en las que ha rememorado que se "apalearon muñecos" de Sánchez, se le insultó y se le gritó, además de rezar el rosario. "Y como vieron que no podían, fueron contra su mujer con injurias y también contra su hermano y sus suegros. Es una ofensiva indigna. ¡Vergüenza!", se ha desgañitado el expresidente, que ha reprochado que los populares les hayan acusado de populistas por movilizarse ante su propia sede: "Qué hipocresía".

También mirando al flanco derecho y especialmente al PP ha advertido de que el año que viene se cumplirán 50 años de la muerte del dictador Franco. "Es un indigno pasado que habrá que recordar", ha defendido señalando que los populares "no quieren hablar" de ello con la excusa de que es el pasado. Una crítica que conecta con la apelación hecha por el Comité Federal a Sánchez para que valore su decisión pensando también en los que sufrieron exilio y represión durante la Guerra Civil y la dictadura.

SOS del PSC al PSOE

De nuevo, Zapatero ha vuelto a recordar que queda por delante una contrarreloj de 48 horas para lograr dos objetivos: que Sánchez continúe en la Moncloa y que Illa sea el próximo presidente de la Generalitat. El propio candidato del PSC, pese a tener todas las encuestas a favor, ha pedido "ayuda" al PSOE ante el escenario "difícil" que se abre. Nadie descarta que pueda tener que afrontar las elecciones del 12 de mayo con una renuncia del presidente que tenga un impacto político en el frente catalán, en el que el PSC se arremanga para reconfigurar su agenda y los ejes troncales de su discurso. "Va a ganar Salvador", ha insistido el expresidente, que ha alabado su "sosiego" como dirigente.

Cataluña, ha ensalzado, ha pasado del "enfrentamiento, la angustia y la zozobra" a la "calma y a la esperanza", adjetivos que echan en falta en estos días la militancia socialista desde la carta de Sánchez que ha puesto la campaña patas arriba y que pone en peligro una etapa del tándem al que aspiran con Illa en la Generalitat. En un acto en Reus por la tarde, Illa ha insistido precisamente en que Catalunya está "mejor que hace unos años" en materia de convivencia y que eso tiene que ver con el balance "positivo" de la apuesta de Sánchez por el diálogo, a pesar de que al PSC le haya tocado manejar situaciones "incómodas", en referencia a la amnistía.