Lectura exterior de la reflexión

El PP aprovecha “el golpe” a la imagen exterior de Sánchez tras su crisis a las puertas de las europeas

En Génova ven “un antes y un después” la lectura exterior de lo que ha ocurrido en España estos días y creen que por primera vez la trabajada imagen internacional de Sánchez queda completamente expuesta y "tocada"

Paloma Esteban

La palabra “drama” acaparó todos los titulares de la prensa internacional en los días pasados. Quizá el de ‘The Economist’ era el más claro: “Drama king” (el rey del drama), decía de Pedro Sánchez tras su periodo de reflexión y la decisión de no dimitir. Para el PP la lectura de las grandes cabeceras del exterior ha sido un verdadero punto de inflexión. Las diligencias abiertas en un juzgado sobre las actividades de la mujer del presidente, Begoña Gómez, quedaron resumidas como sospechas de corrupción en estos medios después de que el presidente hiciera pública su carta a la ciudadanía. Hasta ese momento, en realidad, ni siquiera había trascendido. Y cuando anunció que se quedaba en el Gobierno, la visión internacional no mejoró, añadiendo reflexiones sobre la "teatralidad" del socialista.

Un "golpe duro" para la trabajada imagen de Sánchez fuera de nuestras fronteras, según Génova, que siempre ha tenido asumido que era precisamente la mayor fortaleza del presidente y, a menudo, la mayor debilidad de Alberto Núñez Feijóo. No es casual que el líder del PP lleve días recalcando el “bochorno internacional” a raíz de la crisis abierta en Moncloa. Tampoco que el dirigente conservador haya dejado claro ante sus grupos parlamentarios -lo hizo el martes en el Congreso- que en estos días ha ido informando de todo lo ocurrido a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y candidata a la reelección del PP; y del presidente del partido a nivel comunitario, el también alemán Manfred Weber.

Los populares consideran que la visión trasladada al resto de socios europeos y grandes potencias tiene poco de anecdótica. Al contrario: ven “un antes y un después” en lo que ha supuesto Sánchez en un momento, además, especialmente delicado: a las puertas de la campaña de las elecciones europeas.  

Si hay una frustración que a menudo se repite en Génova es la sensación de que Sánchez “tiene una cara en España y otra fuera”. A menudo la política doméstica se ha ido descontrolando, en gran medida por los socios del presidente y sus exigencias, pero el presidente conseguía esconder esa debilidad de puertas hacia afuera. Incluso solucionaba muchas de esas crisis viajando en una sus giras por Europa y fuera del Viejo Continente. En los últimos meses también lo ha hecho -a juicio del PP de manera equivocada- enfrentándose a Israel y buscando apoyos para el reconocimiento unilateral de Palestina.

El ‘Financial Times’, la biblia del periodismo económico en Europa, hizo un editorial hace solo unos días muy duro contra Sánchez. Para este periódico el episodio protagonizado por el socialista "no ha hecho más que agravar un debate hiperpersonalizado sobre la integridad del presidente del Gobierno español". "Culpó a sus oponentes de la derecha como la raíz del problema y no reconoció su propia capacidad para escupir bilis", recogía el rotativo.

Y, además, abordaba precisamente esta doble visión -dentro y fuera de España- de la que hablan los populares: "En los últimos años, la oposición conservadora ha tratado de inculcar la idea despectiva del 'sanchismo', el tipo de política supuestamente egocéntrica del primer ministro. Ahora es probable que España se vea consumida por un debate aún más bronco sobre si Sánchez es víctima de una injusticia, como se presentó, o si es el narcisista corrupto que describen sus oponentes", advertía.

En el entorno de Feijóo, explican a este diario, creen que finalmente a Sánchez “se le ha caído la careta” y el resto de países le ha visto “en estado puro” gestionando una reflexión de cinco días, que nació de su carta a la ciudadanía exhibiendo un problema personal, convenciendo a su partido de que realmente se planteaba dimitir y que ha resuelto apelando a un plan de regeneración -del que se sabe muy poco, pero que empieza cuestionando a medios de comunicación y a jueces-.

En Génova, según explican altos dirigentes a este diario, aseguran que en Europa “han visto lo que ha pasado con total claridad”. La realidad es que en Moncloa exhibieron hace meses otro artículo del ‘Financial Times’ que avalaba la ley de amnistía para rebajar los niveles de tensión en Cataluña y contribuir, como hicieron los indultos según la cabecera, a mejorar la convivencia. El Gobierno a menudo se ha apoyado en la prensa internacional para ver avaladas algunas de sus decisiones. Todas las lecturas de estos días, en cambio, ponen en entredicho esa imagen tan valorada en el exterior del socialista.

Y esto, reconocen en el equipo de Feijóo, es un aspecto importante que la oposición piensa explotar en las próximas semanas. El dirigente gallego se enfrenta -desde que llegó a la presidencia del PP nacional- a una especie de sensación de desventaja constante con Sánchez en todo lo que tiene que ver con las relaciones internacionales. 

No por la visibilidad que un presidente del Gobierno tiene siempre fuera frente al líder de la oposición, sino porque el socialista ha exhibido grandes relaciones con dirigentes europeos -también del PP como la propia Von der Leyen-; ha liderado iniciativas como fue la ‘excepción ibérica’ y el debate energético durante los meses más complicados de la guerra en Ucrania que disparó los precios del gas en todo el continente, ha dedicado buena parte de su agenda como presidente a viajar por todo el mundo, habla inglés y ha emprendido distintas giras como la más reciente para recabar apoyos en el reconocimiento unilateral de Palestina. Este último movimiento no ha sido exitoso para los conservadores, que ven a Sánchez “muy solo” y ni siquiera aprecian el consenso de los socialdemócratas europeos. 

En el PP han sido muy críticos con decisiones en materia exterior de Sánchez -sobre todo el giro en la postura con el Sáhara Occidental que provocó una crisis de primer orden con Argelia y cuyos detalles nunca llegaron a conocerse-. Pero son conscientes de que todo lo relacionado con la política exterior al socialista le ha reforzado muy por encima del debate nacional. 

Los conservadores creen que precisamente por esto el episodio ha desconcertado por completo en toda Europa. Y también advierten que si Sánchez lleva a cabo su anunciado “plan de regeneración democrática”, a la espera de ver si habrá decisiones que afecten a medios y a la justicia, la Unión Europea “reaccionará”. Que todo esto haya ocurrido en plena precampaña europea, con todo lo que hay en juego, refuerza al PP a pensar que a Sánchez “le ha salido muy mal la jugada”.