Celebración del Día de la Virgen del Pilar en Badajoz

Un Guardia Civil con 100 años

Facundo Cano Carreto los cumplió en mayo y hoy ha recibido un homenaje junto a su esposa Alfonsa Guerrero

Alfonsa y Facundo, hoy, tras el desfile en la avenida de Colón.

Alfonsa y Facundo, hoy, tras el desfile en la avenida de Colón. / Andrés Rodríguez

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Facundo Cano Carreto ingresó en la Guardia Civil en abril de 1947 y se retiró, después de reengancharse dos veces, en 1981. El 18 de mayo pasado cumplió 100 años y este jueves ha recibido un merecido homenaje durante el acto institucional celebrado en Badajoz con motivo del día de la Virgen del Pilar, patrona de la Benemérita.

Facundo y su esposa, Alfonsa Guerrero, acompañados de sus emocionados y orgullosos hijos y nietos han hecho el paseíllo en la avenida de Colón para colocarse delante de las autoridades para recibir un obsequio, él, y un ramo de flores, ella. El general jefe de la zona, Carlos Sarrión, ha mencionado expresamente a Facundo y a su mujer durante su intervención. "Cien años de dedicación al servicio a España, la mayoría de ellos en la Guardia Civil, nuestro cariño y agradecimiento por ello", le ha brindado desde el atril.

Facundo, aunque ya peca un poco de falta de oído, está en plenas facultades y hoy no ha evitado ser el centro de atención en un acto que ha reunido a numeroso público en la avenida de Colón de Badajoz, frente al cuartel de Santo Domingo, con la asistencia de numerosas autoridades políticas, militares y también eclesiásticas, pues ha asistido el arzobispo Celso Morga.

Facundo Cano es natural de Villar del Rey. Ahora vive en Badajoz, en Valdepasillas. En cuanto terminó la mili quiso ser Guardia Civil e ingresó en la Adcademia Batalla de Salado. Cuatro han sido sus destinos en su trayectoria en el cuerpo: Algeciras, Cantillana, Badajoz y La Albuera.

Alfonsa, al recibir el ramo de Flores, junto a su marido.

Alfonsa, al recibir el ramo de Flores, junto a su marido. / Andrés Rodríguez

No regresó a su localidad natal. "Mis padres no estaban ya, se fueron a Albacete con mi hermano y no quedaba nadie en el pueblo". Media vida de Guardia Civil y casi otra media retirado. Aun así, se acuerda y extraña el uniforme. "Claro que lo echo de menos", se limita a decir. A su lado, su mujer contesta con desparpajo: "Se reenganchó dos veces, el máximo, más porque no podía ya". Tenía 58 años y estuvo dos años más. A Alfonsa se la ve feliz al terminar el desfile. "Me gusta mucho, a mi nieta le he dicho, me encanta la Guardia Civil". Tienen dos hijas, tres nietos y tres biznietos. Ninguno ha seguido los pasos de Facundo. "No les ha gustado, uno es enfermero y otro tiene una empresa de márketing". Hoy toda la familia está de celebración.