Elecciones en Cataluña

Illa clama por la "resistencia colectiva" de todo el socialismo: "¡Pedro, estamos contigo!"

El candidato del PSC había previsto que la gestión y la gobernabilidad de Cataluña estuvieran en el epicentro de su campaña, pero el giro de guion ha provocado que el foco en el arranque de la contienda electoral se sitúe ahora más en el panorama estatal que en la agenda catalana

Sara González

"Las encuestas son como el perfume: agradables de oler y peligrosas de tragar". El candidato del PSC, Salvador Illa, ha incorporado en su filosofía de campaña esta frase que toma prestada de una conversación con un dirigente laborista de su último viaje a Londres. Lidera todos los sondeos, pero conoce de primera mano, porque ya lo vivió en 2021, lo agridulce que es una victoria inerte que no te permite gobernar. De ahí que su objetivo sea ganar con un resultado contundente con o sin Pedro Sánchez en la Moncloa. El órdago del presidente lo ha trastocado todo en la sala de máquinas de los socialistas catalanes, que intentan ahora capitalizar el golpe de efecto emplazando a sus votantes a la "resistencia colectiva" ante los embates de la derecha.

Este ha sido el clamor por el que se ha desgañitado Illa ante los 1.600 asistentes que, según la organización, han arropado el inicio de campaña del PSC desde Sabadell en un momento de incertidumbre. Un acto convertido en una oda al presidente del Gobierno y líder del PSOE. "De tu resistencia individual levantamos una resistencia colectiva. ¡Pedro, estamos contigo!", ha exclamado Illa. Un apoyo incondicional que ha recordado a aquel "¡Pedro, mantente firme, líbranos de Rajoy, aguanta, por Dios!" que en 2016 gritó Miquel Iceta desde Gavà una semana antes de que fuera defenestrado como líder del PSOE y que marcó el inicio de la etapa de simbiosis entre el PSC y Sánchez.

El gran ausente omnipresente

El llamamiento, que el partido ha plasmado también por escrito tras una reunión de urgencia de la dirección, se ha dirigido a los progresistas y demócratas que quieren "denunciar y combatir" la "instrumentalización partidista y sectaria" de las instituciones; así como el intento sistemático de "destruir" y "deshumanizar" al adversario político. Todas ellas expresiones que se asemejan a las que los últimos años han formado parte del léxico de dirigentes independentistas y del espacio a la izquierda del PSOE.

Illa había previsto que la gestión y la gobernabilidad de Cataluña estuvieran en el epicentro de su campaña, pero el giro de guion ha provocado que el foco en el arranque de la contienda electoral se sitúe ahora más en el panorama estatal que en la agenda catalana. Sánchez ha sido el gran ausente omnipresente en este primer mitin. En vídeo, en fotografías, en los gritos coreados por el público y en boca de los dirigentes teloneros.

Ha sido el ministro de Industria y exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el encargado de ocupar la vacante del presidente en el escenario. "La democracia española es mucho más fuerte que la mentira, la calumnia y la infamia. Te queremos y te necesitamos para construir la España que queremos construir y la Cataluña que tenemos que construir", ha defendido Hereu también con la vista puesta en la decisión que Sánchez hará pública el lunes.

Convertir el desasosiego en revulsivo

En las filas de Illa no esconden su estado de shock, incluso de estupor, por el imprevisto movimiento de Sánchez, pero a medida que pasan las horas se ha ido imponiendo el mensaje de "serenidad" y de llamada a somatén de todo el partido. Fuentes de la cúpula aseguran que, pese a que este miércoles encajó de sopetón el anuncio del presidente, el líder del PSC se mantiene optimista. Se trata, aseguran, de convertir el desasosiego en un revulsivo que suma un componente emocional a una campaña que Illa había diseñado hasta ahora con la racionalidad como base. Hasta el punto que ya hay en las filas socialistas quien aspira a que el "basta" de Sánchez neutralice el 'efecto Carles Puigdemont' que han detectado hasta ahora los tracking.

El PSC no quiere que nadie le pise los talones y necesita suficiente margen sobre ERC y Junts como para que los independentistas no puedan volver a sumar. "Necestiamos fuerza para gobernar", ha pedido Illa apelando a su lema de campaña y echando mano de nuevo a la "gran tercera trasformación" que defiende que necesita Cataluña tras la década "perdida" del 'procés'. Un 'leitmotiv' de campaña que, por ahora, queda eclipsado por el futuro de Sánchez.